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El cambio de la GP23 a la GP24 le ha sentado como un guante a Álex Márquez. El piloto del Gresini Racing MotoGP fue uno de los grandes protagonistas del último test oficial celebrado en Montmeló, y con solo 61 vueltas completadas a lo largo del martes -uno de los menos activos en pista-, el de Cervera exhibió un ritmo y una velocidad netamente superiores a su rendimiento durante el último Gran Premio Solidario de Barcelona, donde compitió por última vez sobre una GP23.
Tras heredar las motos 2024 del Ducati Lenovo Team, Álex Márquez no tardó en entender que la última evolución de la Desmosedici es mejor en casi todas las áreas, especialmente entrando en curva, el aspecto que más preocupaba al #73. Su tiempo de 1'38.803 no solo le colocó en lo más alto de la tabla de cronometraje, sino que le valió al menor de los Márquez para mejorar en cuatro décimas su vuelta más rápido del pasado fin de semana, demostrando estar ya más que adaptado a la GP24 que pilotará durante todo el 2025.
"Son iguales...", respondía con ironía Álex Márquez a la pregunta de qué diferencias ha encontrado entre la GP23 y la GP24. "Donde he notado diferencia ha sido en esa entrada en curva donde sufríamos tanto esta temporada. El otro día lo decía Pirro, 'es mucho más diferente de lo que pensaba', y yo le dije 'tú has dicho en entrevistas que no había tanda diferencia', le piqué un poco. Me dijo que sí, que se había dado cuenta, sobre todo en ese punto, no hacía que pilotaras de forma súper segura y con confianza, era una moto un poco traidora, cuando todo parecía que iba bien, de golpe perdías el tren delantero por el empuje trasero. Ha mejorado sobre todo en esa fase, que por mi estilo es donde más sufría que otros pilotos. Cada vez que he ido apretando más, ha ido mejor, ha sido súper positivo".
A pesar de venir de una moto técnicamente similar, Álex Márquez necesitó al menos un puñado de vueltas para entender las vicisitudes de la GP24: "No le he cogido el hilo a la GP24 de forma instantánea, en la primera tanda no iba del todo cómodo, pero he hecho el mismo tiempo, eso era una buena señal. Y en la segunda ya es cuando he empezado a jugar algo más con la moto, ahí le he cogido más el punto. Con la GP23 solo he hecho una tanda por la mañana, para ver cómo estaba la pista".
El catalán sufrió una caída durante una de sus salidas matinales, por fortuna a baja velocidad y sin trastocar sus planes del día: "La caída no ha cambiado el planning, pero lo he cambiado yo. Era un time-attack puro, pero he preferido hacer vueltas seguidas, más de ritmo, y bien. Llevaba cuatro o cinco vueltas y me he flipado un poco, tenía mucha confianza, y parece que no hay límite, pero sí lo hay, ha sido una buena forma de decir 'vale, va muy bien, pero hasta aquí'".
Álex se pone una nota en estas últimas carreras, sobre todo después de los problemas que arrastró tras su caída en Aragón: "La explicación es fácil. En Misano dos tuve tres caídas, luego en Indonesia tuve cinco caídas, y ahí perdí toda la confianza. En Japón no fue mal, pero tuve la caída con Miller en carrera. A partir de ahí, he ido 'in crescendo', sobre todo en ritmo, y con más confianza. Tras la caída de Aragón no estuve al 100%, tenía vértigos y tal, no ayudó. Fue un proceso de aceptarlo y volver al nivel de antes".
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El de Cervera no cree que pasar de ocho a seis Ducatis en pista sea perjudicial para ellos: "Menos Ducatis nos ayuda, más espacio para la Q2 si tienes un mal día. Creo que hay suficientes motos en pista para tener buena información, habrá tres GP25 y tres GP24, entonces ojalá las otras 24 también sean muy rápidas, así tendremos más información directa y no habrá que coger datos de la 25, que no sabes bien cuál es la diferencia".