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La Grand Prix Commission ha tomado una decisión que marcará el rumbo de MotoGP durante los próximos años: a partir de la temporada 2025, el desarrollo de los motores será congelado durante dos años. Esto significa que las fábricas correrán en 2025 y 2026 con las mismas especificaciones de motores, en una medida que tiene como objetivo controlar los gastos y garantizar una mayor igualdad competitiva antes de la introducción de los nuevos motores de 850 cc en 2027.
La noticia, que llevaba tiempo rumoreándose, ha sido finalmente confirmada tras varias reuniones celebradas en septiembre entre los representantes de Dorna, FIM, IRTA y los fabricantes. Según el nuevo artículo 2.4.3.1 del reglamento técnico, "las especificaciones de los motores de la clase MotoGP estarán congeladas para la temporada 2026, obligando a todos los fabricantes a utilizar sus especificaciones del 2025 en el año siguiente. Esto se hace para controlar los costos y maximizar la igualdad de cara a la introducción de las nuevas regulaciones en 2027. Se permitirán excepciones para modificaciones relacionadas con la seguridad o fiabilidad, o debido a la comprobada indisponibilidad de componentes, siempre y cuando no supongan un aumento en el rendimiento".
Esta medida, que afectará a todos los fabricantes, tiene una excepción importante para aquellos equipos que están en la clase D de concesiones. Estos fabricantes, que actualmente incluyen a Honda y Yamaha, no estarán sujetos al congelamiento de motores y podrán seguir desarrollando sus propulsores hasta el final de 2026, a menos que pierdan su estatus de concesión.
Esto significa que mientras Ducati, KTM y Aprilia deberán competir con los mismos motores durante dos años, Honda y Yamaha tendrán mayor libertad para mejorar sus motores y recortar la distancia que actualmente las separa de las marcas europeas.
Dorna ha explicado que esta excepción está diseñada para ayudar a los fabricantes que tienen un peor rendimiento a seguir trabajando en áreas clave de sus proyectos, de manera que puedan mejorar su competitividad. Actualmente, tanto Honda como Yamaha han tenido dificultades para mantenerse al nivel de Ducati, que ha dominado la categoría en las últimas temporadas. Este margen de desarrollo les permitirá seguir ajustando sus motores para acercarse al rendimiento de las motos europeas, aunque no podrán realizar cambios radicales que alteren el equilibrio del campeonato de forma drástica.
Por otro lado, los fabricantes europeos, Ducati, KTM y Aprilia, deberán conformarse con mantener sus motores inalterados. Solo se permitirán pequeñas modificaciones que no aumenten el rendimiento, y solo por razones de seguridad, fiabilidad o la imposibilidad de encontrar componentes homologados.
El congelamiento de motores es una medida que tiene un claro enfoque hacia el futuro. En 2027, los motores de 1000 cc serán reemplazados por nuevos propulsores de 850 cc, un cambio significativo que también vendrá acompañado de otras restricciones, como la eliminación de los dispositivos de altura ajustable y una mayor limitación en el desarrollo aerodinámico.
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Para los equipos, esta decisión ofrece un respiro financiero, ya que permitirá a los fabricantes concentrar sus esfuerzos económicos y técnicos en los nuevos motores que debutarán en 2027. Al no tener que invertir grandes recursos en el desarrollo continuo de los actuales motores de 1000 cc, podrán redirigir su atención a la creación de las nuevas motos que marcarán el futuro de la categoría reina del motociclismo mundial.