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Confiado y animado, así ha llegado Marc Márquez a la segunda cita consecutiva del Mundial de Motociclismo en el Circuito de Misano Marco Simoncelli, un Gran Premio de la Emilia-Romaña en la que el #93 buscará algo que no consigue desde 2019: sumar tres victorias dominicales consecutivas, un hito que le acercaría peligrosamente al todavía líder del campeonato, Jorge Martín, que goza de 53 puntos de ventaja.
Hablando al micrófono de DAZN y posteriormente en rueda de prensa, el piloto de Gresini ha dejado claro que "dos victorias consecutivas te dan esa confianza. El ánimo ya lo tenía, pero destacaría la confianza y tranquilidad de lo que estamos haciendo, eso quiere decir que todo va bien. Pero es verdad que empezamos fin de semana nuevo, pero con la experiencia del pasado. Intentando interpretar las sensaciones de la pista, con más frío y quizás alguna sesión en lluvia cambiarán bastante".
A diferencia de sus rivales por el título, Marc tuvo poca faena en el test del lunes de Misano, donde el catalán se limitó a rodar con el nuevo neumático Michelin delantero del próximo año, además de descartar algunas de las piezas que no le han funcionado a lo largo de la temporada: "Nuestro test se basó en reprobar cosas que ya habíamos probado en grandes premios y que no funcionaron, para descartar cosas. Acabé el test con la misma moto con la que corrí el domingo, fue con la que me encontré mejor. Lo tenemos ahí, en el cajón, por si salen algunos problemas, tener soluciones preparadas. Pero me encuentro cómodo, con lo que tenemos podemos ser competitivos".
Si algo ha demostrado Marc tras el parón estival es que su adaptación a la GP23 ya está plenamente completada, y argumenta que "estamos corriendo mejor que antes, sobre todo desde el Red Bull Ring, donde dimos un paso adelante. Todavía no es suficiente, hay que mejorar algún detalles, pero para mí lo importante es que ya he logrado todos los objetivos para este año. Si llega algo más, bienvenido, pero quiero mantener ese nivel hasta final de año para preparar bien el 2025".
Al catalán también le han preguntado por los pitos y abucheos que tuvo que soportar en Misano el pasado domingo: "Es algo que está ahí. Es cierto que los seguidores siguen a un piloto o a otro, pero si estás apoyando a otro piloto, no tiene por qué importante lo que haga el otro, no tienes por qué pitarle. Quiero darle las gracias a Pecco, no vi su gesto en el podio, luego me mostraron un vídeo donde calmaba a los fans. Esto es algo que pueden parar los pilotos, no los periodistas. Yo lo entendí en ese momento, por eso mi reacción en el podio fue más tímida, y dejé que Pecco y Enea, los pilotos de casa, disfrutaran de su protagonismo".
Por último, el de Cervera no ha podido evitar ser cuestionado por las declaraciones que Valentino Rossi vertió contra él hace unos días durante su paso por el podcast del expiloto Andrea Migno; en una larga y animada entrevista, el nueve veces campeón del mundo cargó duramente contra el español por lo ocurrido en 2015, asegurando en público que Marc "es el piloto más sucio" de la historia del campeonato, un cebo que ahora Márquez no ha querido morder.
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"Lógicamente lo he escuchado y he visto el vídeo", es la respuesta del piloto de Gresini. "Ahora mismo tengo cosas mucho más importantes en mi cabeza para prestarle la atención a esas palabras. Yo tengo la faena ahora en pista, soy un piloto en activo, así que ni me interesan ni me afectan esas guerras. Ya he pasado por todo. Sé perfectamente dónde debe estar mi cabeza, no me pasó en el pasado, y no pasará ahora que alguien me despiste", zanja Marc.
