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La startup alemana Metorbike, con sede en Hamburgo, ha lanzado al mercado un ciclomotor eléctrico que no solo busca transportar, sino también impresionar. Imagina un scooter que combina el reciclaje, la madera noble, tecnología de punta y, para redondear el combo, ¡un sonido de V8! Sí, leíste bien: un V8 en un ciclomotor eléctrico.
La propuesta de Metorbike fue tan impactante que logró seducir a dos de los inversores más imponentes de La Cueva de los Leones (Die Höhle der Löwen), un programa de televisión donde acuden jóvenes emprendedores en busca de mecenas para financiar sus proyectos. Karsten Maschmeyer y Nils Glagau vieron el potencial de este proyecto y no dudaron en ofrecer un trato de medio millón de euros por el 17 % de la empresa.
Metorbike ha diseñado su 50 cc como una suerte de homenaje a las Café Racers clásicas, pero con una vuelta de tuerca futurista. En lugar de esconder el hecho de ser eléctrico, lo abrazan con orgullo, aunque, eso sí, disfrazan su motor eléctrico de 2,72 caballos en una carcasa que imita a un motor de combustión tradicional.
El chasis no es cualquier cosa: parte de la base de un Puch AX 40, un clásico austriaco que aporta esa elegancia vintage con sus líneas curvadas. Pero claro, en lugar del viejo motor de dos tiempos, lo que tienes ahora es pura tecnología eléctrica alimentada por baterías recicladas de coches eléctricos de Volkswagen.
Este ciclomotor eléctrico se alimenta de un paquete de baterías de 1,63 kWh que te dará unos 60 km de autonomía, pero si eres de los que necesitan más kilómetros, puedes optar por un paquete más grande de 3,8 kWh que te permitirá recorrer hasta 145 km sin preocuparte por la carga.
Y si la velocidad máxima de 49,5 km/h no es suficiente (cosa que seguramente le sucederá a más de uno), Metorbike también ofrece versiones de hasta 70 km/h o 100 km/h. Estas versiones, más potentes, alcanzan una potencia máxima de 15 caballos y son totalmente legales para conducir con el permiso B de coche, siempre que tengamos al menos tres años de antigüedad.
Pero no todo es técnica y rendimiento. Parte del encanto de este ciclomotor es su asiento de madera de roble o, si prefieres, de caoba y forrado en un cuero de cabra que parece sacado de la tapicería de un Rolls-Royce. Vamos, que si vas a pasear a 50 km/h, al menos que sea con estilo. Eso sí, prepara el bolsillo, porque los precios empiezan en 7.000 euros para la versión básica, y pueden llegar a más de 9.000 euros si optas por la versión más rápida y los extras de lujo.
Lo que más destaca, sin embargo, es ese detalle tan surrealista que mencionamos antes: el sonido de V8. Gracias a un sistema de sonido especialmente desarrollado, el Metorbike puede simular el rugido de un motor V8, un V12, o incluso un sonido de nave espacial digno de Star Wars.
Y, si eso no te parece lo suficientemente loco, también puedes sentir un chorro de aire salir del "escape" cada vez que el sistema de sonido se activa, imitando la sensación de un motor de combustión real. Para los que aman los detalles, este es, sin duda, uno que no pasa desapercibido.
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A ver, seamos sinceros: estamos hablando de una 50 cc eléctrica que cuesta tanto como una Yamaha MT-07, una moto de verdad. Entonces, ¿qué es lo que justifica el precio? Pues, la exclusividad. Aquí no estás pagando solo por desplazarte, estás comprando una experiencia única, un juguete para adultos que combina sostenibilidad, diseño artesanal y un toque de extravagancia que hará que te miren allá por donde vayas.
