 Por John Fernández@johnfervar |
¿Quién no conoce a Steve McQueen? Fue un icónico actor estadounidense, conocido como "The King of Cool", que protagonizó clásicos del cine como Bullitt y The Great Escape. Su hijo Chad McQueen siguió sus pasos en el mundo del cine como actor y productor, además de destacar en carreras automovilísticas.
De hecho, su pasión por los coches y las motos era muy profunda. Con el resto de su familia fundó McQueen Racing en 2010. Pues lamentamos informar de que Chad McQueen, el hijo de Steve McQueen, ha muerto a los 63 años de edad por causa de una insuficiencia orgánica.
Chad falleció el pasado miércoles en su rancho de Palm Desert. El problema venía de lejos, tras una caída en 2020. Desde entonces el hombre no volvió a recuperarse del todo, y el pasado miércoles tuvo un fallo orgánico del que no ha podido recuperarse finalmente.
Lo han informado sus hijos Chase y Madison a través de las redes sociales: “Su notable trayectoria como padre amoroso para nosotros, junto con su compromiso inquebrantable con nuestra madre, verdaderamente ejemplificaron una vida llena de amor y dedicación. Su pasión por las carreras no solo destacó su talento excepcional, sino que también sirvió como una forma de honrar el legado de su padre, un testimonio de los valores inculcados en él”.
“Nos transmitió su pasión, conocimiento y dedicación, y continuaremos no solo con su legado, sino también con el de nuestro abuelo. Como familia, debemos superar este momento difícil y pedimos que se nos permita mantener la privacidad mientras recordamos y celebramos su extraordinaria vida”, continuaron.
Se refieren al legado de la McQueen Racing, que Chad fundó en 2010, y que es una empresa dedicada al diseño, desarrollo y personalización de automóviles de alto rendimiento. La compañía rinde homenaje al legado automovilístico de Steve McQueen, combinando la pasión por las carreras con la ingeniería avanzada para crear vehículos exclusivos, especialmente en el ámbito de los autos clásicos y deportivos.
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Una de las motos de su padre es considerada como una de las más emblemáticas de la historia del cine, la Triumph Trophy TR6 en ‘The Great Escape’ (1963). El legado de la familia queda en motos como la Steve McQueen Desert Racer, la Triumph Bonneville McQueen Racing Edition o la Mettisse Hammer MK3.
