 Por John Fernández@johnfervar |
El adiós a los retrovisores en el mundo del automovilismo es un hecho en muchos coches de alta gama, incluso en los camiones. Estos han sido sustituidos por espejos con cámaras y pantallas integradas que hacen las veces del típico espejo retrovisor. Es una de las últimas modas que ya se extiende entre los vehículos de alta gama. Pues parece que Suzuki quiere hacer lo propio en el mundo de la moto.
Los de Hamamatsu se acaban de aliar con el especialista en electrónica Tokai Rika para desarrollar un sistema de cámara trasera específico para motocicletas, según reporta Cycle World. Aunque, por la patente que han desarrollado, no parece que vaya a ser un reemplazo directo de los espejos convencionales. Será algo más bien como un sistema de seguridad complementario para los puntos ciegos.
No es ninguna idea descabellada lo de sustituir los espejos retrovisores convencionales por otros digitales. Es un hecho que tanto las cámaras digitales como las pantallas TFT están altamente democratizados hoy en día, y sus costes no supondrían un excesivo problema para ponerlo en el resto de motos (o coches). De hecho, muchos coches lo hacen ya, como Kia.
Sin embargo, hay inconvenientes. Por ejemplo, en un espejo convencional puedes mover el cuerpo para cambiar el punto de visión del espejo. Con una cámara no sucede eso, ya que muestra una imagen fija en el área en el que enfoca. Y precisamente eso es algo que Suzuki también quiere abordar.
Según Cycle World, para mejorar la visión de todo lo que sucede detrás de la moto, se utiliza una única cámara de gran angular montada en la parte trasera. Eso abarca un gran abanico de visión en la pantalla TFT estándar. Sin embargo, existe el riesgo de que con una visión gran angular los vehículos parezcan estar más cerca de lo que realmente están, haciéndolo difícil de interpretar.
Y precisamente eso es algo en lo que también han pensado los japoneses. Suzuki pretende que la imagen en la pantalla se recorte solo en la sección relevante de la imagen que genera la cámara, y esa sección cambiará dependiendo de lo que estés haciendo. Incluso se podría hacer manualmente, utilizando botones montados en el manillar.
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En resumen, un sistema que no sustituiría a los espejos convencionales, pero que serviría como un suplemento extra para esos puntos muertos en los que el motorista no ve todo lo que le rodea. Eso, evidentemente, supondría un coste extra que acabaría repercutiendo al precio final de la moto. Y en un panorama en el que las motos cada vez están más caras, no todo el mundo está dispuesto a pagar ese ‘extra’. Por el momento, no deja de ser más que una patente.
