 Por John Fernández@johnfervar |
El mundo de las motos de gas era algo incierto, hasta ahora. Mientras en los coches ya hemos visto el nacimiento y estabilización del mercado del GNC, en las motos quedaba como algo lejano. Han tenido que ser los indios de Bajaj los primeros en meterse de lleno en el mercado, presentando recientemente la primera moto a GNC de todo el mundo: la Bajaj Freedom 125.
Es una moto a gas natural comprimido (GNC) que tiene dos axiomas: el primero, que cuesta la broma de 1.000 euros y el segundo, que gasta como un auténtico mechero. Recientemente presentada, abre la veda para un tipo de movilidad inexplorada hasta ahora en el mundo de las dos ruedas. Una moto de 9,5 CV a 8.000 rpm y 9,7 Nm a 5.000 rpm capaz de ponerse a 93,4 km/h.
En su corazón encontramos un motor de un solo cilindro de cuatro tiempos y refrigeración por aire, además de un cambio ed cinco marchas alimentado por dos depósitos, independientes. Hay uno de gasolina y otro de GNC de 2 y 12,5 litros, respectivamente. En el segundo está toda la magia. La marca certifica una autonomía de 1,5 litros a los 100 kilómetros, todo un prodigio.
Ahora bien, el del GNC es un mundo complicado, y más para la marca. Y la marca sabe que eso podría echar atrás a algún potencial comprador de esta moto. ¿Por qué? Será por motivos. Pero principalmente porque existe riesgo de explosión, ya que el GNC es altamente inflamable, y en caso de fuga…, horror. Asimismo, una pequeña fuga de gas podría provocar un incendio, entre otros peligros.
La marca es consciente de estos peligros, y para dejar ‘tranquilo’ al público, han hecho una estrategia de marketing brutal: un vídeo en el que presentan la moto ante diversos y variopintos escenarios en los que la moto podría correr peligro y explotar, supuestamente. Así que han puesto la moto a prueba hasta límites insospechables. Tanto que la han pasado por encima con un camión para demostrar que no explota.
En su particular test de durabilidad y resistencia, al nueva Bajaj Freedom 125 ha pasado por todo tipo de avatares: desde caer en vertical, sufrir un accidente a gran velocidad contra un muro que pesa 1,5 toneladas, o hasta ser atropellada por un camión con su correspondiente trailer por encima. Todo con el mismo fin: demostrar que es una moto segura en todo tipo de condiciones y que no explota.
Leer también: Es el scooter más potente del momento, cuesta menos que un TMAX y parece una superbike
El vídeo en cuestión dura algo menos de un minuto y ya ha dado la vuelta al mundo por ser toda una declaración de intenciones de lo que no debería pasar. Aunque no sabemos si el vídeo se ha grabado con gas natural comprimido en su interior o no, aquí está la prueba:
