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No le llaman Silly Season por casualidad. El mercado de MotoGP está al rojo vivo, especialmente dentro de una fábrica, Ducati, que debe tomar una de las decisiones más importantes de los últimos años: seguir apostando por un piloto que ha crecido junto a ellos como es Jorge Martín, o bien formar una dupla de ensueño dentro de su box juntando a Pecco Bagnaia con todo un ocho veces campeón del mundo de la talla de Marc Márquez.
Antes de arrancar el Gran Premio de Italia, la elección parecía prácticamente hecha. La Gazzetta dello Sport fue el primer medio en publicar y dar por sentado el ascenso de Martín al Ducati Lenovo Team la próxima campaña, un movimiento que, a su vez, iba asociado a un cambio de equipo de Marc Márquez, al que le habían ofrecido una GP25 dentro del garaje del PRAMAC Racing.
Para Ducati el escenario era inmejorable al haber encontrado una fórmula que podría contentar a sus dos pilotos, pero en Bogo Panigale pasaron por alto un detalle importante: la negativa del piloto de Cervera a saltar a otro equipo satélite en 2025. Márquez fue tajante en Mugello sobre un posible cambio a PRAMAC, un movimiento que el #93 descartó de forma pública con un sonoro "PRAMAC no es una opción para mí", asegurando que él solo contempla tres escenarios posibles para 2025.
Uno de esos escenarios, el de seguir en Gresini con una GP25, quedó descartado al día siguiente cuando Gino Borsoi, team manager del PRAMAC Racing, aseguró al micrófono de DAZN que su escudería ya tiene todo más o menos encarrillado para conservar sus dos Ducati oficiales la próxima campaña, lo que dejaría a Gresini sin la oportunidad de ofrecere la Marc una GP25.
Con esta opción descartada, los otros dos escenarios que vaticina el #93 pasan por apostar por otra fábrica -Aprilia y KTM siguen esperando una respuesta de Marc- o bien la que de verdad es su gran ambición: vestirse de rojo y ser el compañero de Pecco Bagnaia en el Ducati Lenovo Team.
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El representante de Márquez le transmitió a los de Borgo Panigale sus demandas durante el Gran Premio de Italia; allí, en Mugello, quedó claro que Marc solo correrá para Ducati si es con una GP25 roja, y de no darse el caso, el piloto de 31 años se irá a otra fábrica que le garantice un trato y un asiento en una escudería oficial.
Y así, lo que empezó como un Gran Premio de Italia en el que Jorge Martín tenía pie y medio en el Lenovo Team ha mutado a un panorama radicalmente opuesto en el que medios como Motorsport.com, GPone, Diario AS e incluso La Gazzetta ya dan por hecha hoy la despedida de Martín de Ducati, al que casi todos sitúan como futuro compañero de equipo de Maverick Viñales en Aprilia la próxima campaña.
Dentro de la propia Ducati ya avisaron en Mugello que la decisión entre Martín y Márquez no estaba ni mucho menos resuelta; su CEO, Claudio Domenicali, dijo el domingo que "no meter la pata es casi imposible" en esta tesitura entre los dos pilotos españoles, y dentro de la escudería italiana, su nuevo Director Deportivo, Mauro Grassilli, confesó que "no estaríamos contentos si Marc dejara Ducati".
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El puzzle, desde luego, es complejo. Este inesperado cambio de rumbo en la formación del Ducati Lenovo Team 2025 responde al deseo de Ducati de juntar en el box al bicampeón de MotoGP y gran referencia dentro de la fábrica, Pecco Bagnaia, con uno de los mejores pilotos de la historia del campeonato, un Marc Márquez que mediáticamente podría elevar al fabricante italiano a unas cotas de exposición nunca vistas en Ducati, aunque eso suponga sacrificar al subcampeón de MotoGP y líder actual de la categoría reina, Jorge Martín, hastiado por el trato que ha recibido de su fábrica durante los últimos meses.
