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Maverick Viñales esperaba sacar mucho más rédito de la última cita del campeonato celebrada en su tierra, Catalunya. Seis puntos es lo máximo que pudo rascar el piloto de Roses, que un año más parece estar protagonizando una temporada plagada de altibajos con fines de semana espectaculares -por ejemplo su doblete en Austin- y otros en los que Viñales simplemente desaparece del mapa sin dejar ni rastro.
El de Roses reconocía este jueves en Mugello que Barcelona "le costó" más delo esperado por un problema en el tren delantero que todavía no han sido capaces de detectar: "Lo importante es haber aprendido de ello, aunque todavía no he tenido la reunión con los técnicos, pero seguro que tuve un problema con el tren delantero, eso está claro", ha explicado el dorsal #12.
Viñales celebra positivamente dejar una pista con un grip tan malo como la de Montmeló para llegar a Mugello, donde vivirán una situación radicalmente opuesta: "Ahora pasamos de uno de los circuitos con menos agarre a uno de los que más agarre tiene, aquí será al revés. Barcelona fue un fin de semana difícil, Mugello en cambio será un reto".
El mercado de pilotos está ahora mismo al rojo vivo. Ducati sigue bloqueando el resto de movimientos del paddock a la espera de hacer oficial sus planes con Jorge Martín y Marc Márquez, y no será hasta entonces cuando se produce un efecto dominó en el que pilotos y fábricas tendrán que rematar sus acuerdos de aquí al parón estival, cuando todos los equipos oficiales ya deberían tener cerradas sus alineaciones para 2025.
De momento, Viñales asegura "no haber cerrado nada" con Aprilia, revelando que los de Noale tuvieron la oportunidad de hacerlo tras la primera carrera del año en Losail: "No hemos cerrado prácticamente nada. Creo que tuvieron la opción de cerrarme después de Qatar, pero quisieron esperar. Ahora tengo que esperar bien qué quiero hacer", dice un enigmático Viñales.
"Está claro que es un equipo que me gusta", cuenta sobre el Aprilia Racing. "Veo mucho potencial. Pero necesito resultado. Ahora mismo estoy en MotoGP para trabajar en el resultado, y solo me vale eso. Hay que mirar bien qué paquete me puede ayudar a sacar mi máximo potencial, porque realmente cuando lo hago y puedo hacer cosas como la de Austin, me veo capaz de hacer un muy buen trabajo".
Pese a dejar en el aire su futuro junto a los de Noale, Viñales insiste en que, de su lado, está "súper agradecido a Aprilia, siempre lo he dicho, y eso obviamente va a pesar mucho en la decisión, pero tengo que ver cuál es mi mejor baza para realmente ir a por todo".
Una de las fábricas que parecen haber centrado su atención en Maverick es Honda. Los japoneses saben que la continuidad de Joan Mir pende ahora mismo de un hilo, y Alberto Puig parece haber iniciado los contactos para tantear opciones y encontrar a un piloto competitivo dispuesto a enfrentarse a un reto tan grande como el que supone subirse ahora mismo a una RC213V.
Sobre Honda, Viñales ha dejado caer que la firma de Tokio no es ahora mismo una de sus prioridades: "Me gustaría encontrar todo mi potencial, ¿si creo que podría encontrarlo ahí? Es difícil, sinceramente en este momento no lo veo posible, no sé si las cosas serán diferentes en el futuro. Mi decisión se basará únicamente en el rendimiento, en lo que intento conseguir aquí donde estoy ahora".
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Maverick sabe que el mercado se mueve rápido, por eso no quiere dormirse en los laureles; bajo su punto de vista, en Assen habrá un aluvión de anuncios, tanto de renovaciones como de nuevos fichajes, y el español quiere estar seguro de llegar a los Países Bajos con su futuro resuelto: "Creo que Assen sería un buen momento para desbloquear el mercado, así que en ese sentido creo que Mugello será una carrera crucial para muchos pilotos. Para entonces la mayoría tendremos las ideas bastante claras sobre nuestro futuro. Después de Mugello tendremos un descanso, una buena oportunidad para reflexionar. Intentaré tomar una decisión en Assen".
