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Los resultados no acompañan a Marco Bezzecchi esta temporada. El que fuera tercer clasificado en la general del campeonato en 2023 y ganador de tres grandes premios todavía no ha encontrado la sintonía perfecta con su Ducati GP23, y después de haberse disputado los cinco primeros grandes premios del año, el italiano ocupa la décima posición de la general con solo 36 puntos y un podio (fue tercero en Jerez) como resultado más destacable, lejos del rendimiento que, por ejemplo, está ofreciendo Marc Márquez con su misma moto.
Tras llevarse su primer rosco del año en Le Mans -acabó en la grava en las dos carreras del Gran Premio de Francia-, Bezzecchi reconoció al micrófono de Sky Sport que la moto de este año "es más complicada que la GP22" que pilotó la pasada campaña, una circunstancia a la que se añade los cambios que Michelin ha introducido en sus neumáticos de cara a esta campaña.
"En comparación con la GP22 es más complicada, sin olvidar que los neumáticos son nuevos", lamenta Bezzecchi. "Me he adaptado rápidamente en lo que se refiere a la entrada en curva, pero cuando estoy en medio de los cambios de dirección lo paso mal, sobre todo cuando toco el acelerador. En esa fase el agarre aumenta mucho y experimento subviraje. De todas formas, estoy trabajando en ello y soy optimista".
El piloto de 25 años sabe que la 'Silly Season' ya está en marcha; sus resultados están siendo analizados con lupa por la dirección del Pertamina Enduro VR46 Racing Team, y de momento Marco no puede confirmar su continuidad en las filas del equipo de Valentino Rossi, el mismo en el que confió a finales de 2023 cuando Ducati le ofreció a Bezzecchi la posibilidad de irse al PRAMAC Racing junto a Jorge Martín, donde habría disfrutado de una moto oficial, es decir, una GP24.
"En realidad pensé en la posibilidad de marcharme, pero no me arrepiento de haberme quedado", dice al respecto. "Siempre es fácil hablar después de los hechos, pero sigo convencido de que lo hice bien", subraya un Bezzecchi que, de momento, se está viendo superado ampliamente por la moto que rechazó a finales del curso pasado.
Pensando a futuro, el de Rimini no esconde su deseo por convertirse en piloto oficial después de tres años vagando por MotoGP en una misma escudería satélite. El italiano dice "haber crecido mucho" desde su salto de categoría, por eso ahora le gustaría "llegar a ser piloto oficial, pero para ello sé que tendré que demostrar que merezco la oportunidad".
La posibilidad de encontrar una moto en un equipo de fábrica es remota; Bezzecchi se mantiene a la espera, observando los movimientos en su entorno, ya sea una salida inesperada de algún piloto que compite para una marca japonesa -especialmente en Honda-, o quizás Aprilia, un destino con el que estaría encantado por el potencial que ve en la moto y el hecho de correr para un fabricante de su país.
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Sobre un posible acuerdo con los de Noale para quedarse con la moto de Aleix Espargaró en caso de retirada del catalán, Marco cuenta que "ciertos pasos no se hacen solos y las dos partes tienen que estar de acuerdo, un poco como en un matrimonio. Sin embargo, todavía es pronto para hablar de esto", matiza el todavía piloto del Pertamina Enduro VR46 Racing Team.
