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Con el anuncio del nuevo reglamento técnico de MotoGP para 2027, que verá una reducción significativa en la velocidad de los prototipos de la clase reina, el Mundial de Superbikes también está preparando una serie de ajustes para alinear las prestaciones de sus motos con las de MotoGP.
Jorge Viegas, presidente de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), confirmó en una reciente rueda de prensa celebrada en Le mans que el reglamento de WorldSBK sufrirá modificaciones para mantener el equilibrio competitivo entre ambos campeonatos.
El nuevo reglamento de MotoGP, anunciado en Le Mans, ha generado mucha expectativa y discusión en paddock. Con la introducción de motocicletas de 850 cc más lentas en MotoGP, los tiempos por vuelta se esperan ser entre uno y dos segundos superiores a los actuales, según explicó Carlos Ezpeleta, director deportivo del campeonato. Esta ralentización busca incrementar la seguridad y la sostenibilidad del deporte, y al mismo tiempo y de forma indirecta, acercará el rendimiento de las MotoGP las especificaciones y tiempos de las motos del WorldSBK.
Ante este cambio en MotoGP, el WorldSBK no ha tenido más remedio que reconsiderar su propia estructura y normativa técnica. Jorge Viegas comentó que las motos de SBK "deberían ser motos de serie con algunas modificaciones". En línea con esto, la FIM y los organizadores de WorldSBK están estudiando formas de ajustar las reglas para asegurar que las motocicletas de Superbike no superen en rendimiento a las de MotoGP, preservando así la identidad y el propósito de cada campeonato.
"Estamos trabajando para mantener la distancia entre los dos campeonatos y utilizamos el BSB, el campeonato británico, como una prueba", añadió Viegas. Esta estrategia implica que cualquier modificación en las motos de SBK será evaluada previamente en otro campeonato paralelo de índole nacional. La expectativa es que el nuevo reglamento de SBK esté completamente definido para el año 2026, dando tiempo suficiente para una transición suave y bien planificada.
Este acercamiento en los tiempos de vuelta entre MotoGP y WorldSBK plantea tanto desafíos como oportunidades. Por un lado, la reducción en la diferencia de rendimiento podría intensificar la competencia entre ambas series, atrayendo a más aficionados y posiblemente a más patrocinadores interesados en una mayor paridad entre las competiciones.
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En circuitos como el de Jerez, por ejemplo, hay dos segundos de diferencia entre la MotoGP más rápida (1'36.025) y la Superbike más veloz (1'38.247). Si bajo el nuevo reglamento de MotoGP, los prototipos del campeonato pierden entre uno y dos segundos por vueltas, los registros de estas motos valoradas en más de tres millones de euros no estarían lejos de los cronos que puede marcar una Superbike de 300.000 euros, de ahí que Dorna y la FIM ya están pensando en cómo rebajar la velocidad de las motos derivadas de serie con el fin de mantener las diferencias de antaño a partir de 2027.