 Por John Fernández @johnnyfumi |
Álvaro Bautista se va con cara larga del test en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Si el primer día el talaverano estaba en la pomada, el segundo fue una debacle en mayúsculas. De una 4ª posición pasó a terminar 16º, muy lejos de los mejores. También pasó apuros con una caída en la curva 10, perdiendo todas las buenas sensaciones que había cosechado en el primer día.
El piloto de Ducati justificó los malos resultados del último día con la falta de sensaciones de la goma SCQ. “No era el segundo día que esperaba”, admitía el talaverano al terminar el día en Cataluña tras dejarse más de 1,3 segundos con neumático de carrera. En menos de 24 horas, Bautista pasó de estar arriba del todo a sufrir serios problemas de “agarre con los neumáticos”, justifica.
“Ya por la mañana he tenido más problemas que el primer día porque sentía que tenía menos agarre con los neumáticos”, narraba el piloto español. “Tuve esas sensaciones todo el día y con la moto tampoco fueron muy buenas”, decía el alicaído piloto oficial de Borgo Panigale en el WorldSBK.
Como inciso, Bautista dice que “físicamente estoy recuperado”, despejando toda duda sobre si los cronos se deben a su estado de salud, pero no. Más bien, comenta, “no he podido recuperar las sensaciones que tenía”, y duda sobre “si dependió de las condiciones de la pista o de otras cosas, pero me costó especialmente tumbar la moto con el acelerador abierto, me costó mucha fuerza”.
Con la goma SCQ de Pirelli (fabricada para que los pilotos ajusten el ritmo a la Superpole Race y sus exigencias) parece que Bautista perdió todo atisbo de mejora: “Además, el agarre no era muy bueno y me derrapaba mucho”, narra. “Precisamente este era mi principal problema, el hecho de que el neumático trasero no me ayudaba a tumbar la moto porque no tenía agarre en el asfalto”.
Y aviso a navegantes de Bautista, que menciona que “los test son una cosa, y el fin de semana de carrera es otra, pero ciertamente me sentí mucho mejor en los test de la temporada pasada, y también fui mucho más fuerte en ritmo”. A pesar de ello, confiesa que “este año es diferente, tenemos que trabajar, entender por qué tenemos esas sensaciones e intentar resolver el problema”.
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Y es que si el primer día soltaba ese titular de “he vuelto” acompañado de una sonrisa picaresca, las cosas se han torcido para el doble campeón del mundo del WorldSBK. La otra cara de la moneda está en el otro lado del box: su compañero de equipo Bulega es quien lideró, por la ley de la mínima, eso sí, los test. El último día se sacó de la manga un crono de 1:40.172, perseguido por un veloz Razgatlioglu que con su BMW estuvo a solo +0.027 del italiano.
