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Primer día de Marc Márquez con la Ducati en Losail. El de Cervera ha retomado este lunes el trabajo que dejó a medias en Malasia hace ahora dos semanas, y lo ha hecho en una pista muy favorable para su máquina, la Desmosedici GP23, tal y como han demostrado Pecco Bagnaia y Jorge Martín, los responsables de liderar hoy la tabla de cronometraje en Qatar.
El #93 se ha metido 58 vueltas para el cuerpo, sin incidentes y de menos a más; Marc ha acabado 16º, a algo más de nueve décimas de los registros de Pecco Bagnaia -líder de la jornada sin montar el neumático blando-, y ha sido el piloto Ducati peor clasificado del día a excepción del probador Michele Pirro. Su tiempo de 1:52.959 todavía es sensiblemente más lento que el 1:51.898 que Márquez registró en la Q2 del último Gran Premio de Qatar con su antigua Honda.
Tras bajarse de la moto, el de Cervera ha reconocido que aquí "se ha sentido más libre pilotando" desde la primera tanda, "con más confianza, jugando más con el cuerpo y eso ya es una mejoría", declaraba un Marc que ha acabado satisfecho pese a estar lejos de los más rápidos.
De momento, el catalán no esconde que le cuesta quitarse los automatismos adquiridos con su antigua RC213V, una máquina que estuvo bajo sus piernas durante más de una década: "Es cierto que después de once años pilotando una moto, cuando llego a un circuito, mi instinto es solo uno. Paso a paso tengo que cambiar".
Márquez ha dedicado gran parte del lunes "a trabajar en mí mismo", en su estilo sobre la Ducati, y ha esperado a las últimas tandas de la noche "para empezar a trabajar en la configuración" de su máquina pensando en la primera carrera de la temporada que acogerá Losail de aquí a poco más de dos semanas.
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El español afirma "haberse encontrado cada vez mejor" en términos de pilotaje respecto a Malasia, y pide calma sobre sus resultados en esta primera fase de adaptación a la Ducati: "Yo entiendo las expectativas de los fans, ellos creen en mí, pero el otro punto de vista es la realidad, y la realidad es que vengo de cuatro años muy difíciles y tengo que volver a coger confianza", insiste el ahora piloto de Gresini.
El piloto de 31 años repite que, en este momento, su único objetivo es "intentar llevar la moto de la mejor manera, con calma e intentando entenderla, porque lleva tiempo", haciendo hincapié en que él también "es humano y los años van pasando, los jóvenes están llegando y son rápidos", algo que para Marc "es lo natural" porque, apunta, "cada deportista tiene su momento y, paso a paso, debes entender cómo adaptarte a la situación".
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El catalán vaticina que la de 2024 será "una temporada difícil" para él, sobre todo porque tiene el enemigo en casa, dentro de su propia fábrica, donde señala que hay "dos o tres tipos, especialmente dentro de Ducati, que llevan la moto muy bien", en referencia a Pecco Bagnaia y Jorge Martín, y él ahora mismo está tratando de "aprender de ellos, pero lleva tiempo y es difícil. Veremos si paso a paso puedo estar cada vez más cerca, pero no es mi objetivo. Si el objetivo es intentar ganar, será una gran frustración", anticipa el español.
