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Un motorista navarro protagonizó este pasado fin de semana una de las 'cazadas' del año, y eso que todavía no ha acabado el mes de enero. La propia policía foral fue la responsable de dar a conocer la noticia a través de sus redes sociales, quizás como medio para tratar de concienciar a la gente de las consecuencias que puede acarrear el subirse a una motocicleta sin el carnet apropiado, con drogas en el cuerpo y además superando de forma notable los límites de velocidad.
Todo sucedió el sábado 13 de enero, en la autovía A68, a la altura de la localidad navarra de Ribaforada; una patrulla de la policía autonómica estaba realizando un control rutinario cuando pasó una motocicleta a gran velocidad y practicando una conducción negligente.
La patrulla no tardó en darle el alto, y cuando el motorista aportó la documentación requerida por los agentes, empezó la fiesta. En primer lugar, el carnet estaba todavía limitado a la modalidad A2, es decir, válido exclusivamente para motocicletas de hasta 47 cv de potencia máxima y que, una vez deslimitadas, no superen los 95 cv.
Esta primera infracción, según detalla la Policía Foral, supone 500 euros de sanción y cuatro puntos menos en el carnet. Pero la cosa no acaba ahí, porque después le practicaron una prueba de drogas y el motorista dio positivo, por lo que suma otros 1.000 euros más de multa y pierde seis puntos adicionales.
A este castigo todavía hay que sumarle otro más: el de conducción negligente por circular a alta velocidad en una vía limitada a 120 km/h. Esta sanción no acarrea pérdida de puntos, pero sí añade 200 euros más a la lista de multas anteriores.
Y el motorista puede dar gracias de que los agentes no portaran en ese momento un radar, porque de haber acreditado su velocidad -estimada en 180 km/h-, entonces hablaríamos de otros seis puntos menos y 500 euros adicionales.
La 'dolorosa' a la que tendrá que enfrentarse este motorista navarro asciende a un total de 1.700 euros en multas además de perder 10 puntos en su carnet, sin duda un castigo que le hará pensarse las cosas dos veces la próxima vez que se suba a una motocicleta tras haber consumido algún tipo de sustancia y sin el carnet apropiado en vigor.
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¿Y cuál fue su excusa cuando la patrulla le detuvo y le confiscó la moto? "La estaba probando" fue la respuesta que le dio a los agentes, una excusa que lógicamente le sirvió de bien poco y que no libró de una cascada de sanciones que recordará toda su vida.
