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Aprovechando el parón deportivo del mes de enero, DAZN ha estrenado su último documental, 'Pedro Acosta, obligado a ganar', un metraje de 40 minutos que permite descubrir el talento ganador que corre por las venas del vigente campeón del mundo de Moto2 y que ya está disponible, desde este mismo miércoles, en su plataforma.
Desde la localidad murciana de que le vio nacer, el Puerto de Mazarrón, Acosta cuenta cómo ha vivido su meteórico ascenso hasta la categoría reina y cuáles han sido las claves para mantener los pies en el suelo, destacando por encima de todo su núcleo familiar y el apoyo constante que siempre ha recibido de sus padres y de su hermana Míriam.
Precisamente el haber podido despuntar en el Mundial de Motociclismo y el haber ganado dos títulos mundiales en solo tres temporadas ha permitido al ahora piloto del GASGAS Factory Team en MotoGP mejorar sustancialmente la situación económica de sus familiares más directos, empezando por su hermana mayor, la persona en la que ahora mismo delega todas las obligaciones no deportivas que Pedro ha tenido que ir asumiendo a medida que ha crecido en importancia y popularidad.
"Mi hermana trabajaba en un almacén de tomates, envasando tomates", cuenta el murciano en DAZN. "Hacía el turno de noche, iba con mi abuela, pero yo no veía a mi hermana. Hubo una época en la que sólo la veía los fines de semana. Hablando claro, dije 'para que alguien se lleve dinero, que se lo lleve mi hermana'. Ahora está en casa, relajada, lleva el tema del merchandising, viene a las carreras conmigo y es la que me hace todo el tema de mono, cascos... me organiza la agenda, entrevistas... Creo que su vida ha mejorado mucho", dice Pedro con cierto orgullo.
Su padre también es un rostro habitual dentro del box de Acosta; pescador de profesión, el bicampeón del mundo mantiene una relación excelente con su padre, y agradece el tenerle cerca para consultarle cualquier aspecto no deportivo de su vida, especialmente a la hora de tomar decisiones relacionadas con su futuro.
"Mi padre se viene porque le gusta", explica Acosta entre risas. "El año pasado dijo que no vendría más y al final el tío está en todas las carreras. Le viene bien salir del trabajo. Nunca está de más tener una segunda opinión, y alguien que ha tenido un negocio, pues sabe cómo va el tema, aunque no conozca el mundillo. Escuchar opiniones. Yo haré lo que vea, pero escuchar opciones al menos. Y mi padre, por muchas cosas que lleve Valera (su mánager), es importante lo que opine. Sí que hemos puesto límites de tú en tu sitio y yo en el mío. Cosas lógicas. Mientras disfrute viniendo, que venga a todas las que haga falta".
Pedro Acosta con su hermana Míriam (Foto: Instagram)
Vivir en un pueblo de solo 10.000 habitantes y estar constantemente en las portadas de los periódicos deportivos y los telediarios ha llevado a Pedro Acosta a ser el vecino más popular del Puerto de Mazarrón; el ahora dorsal #31 no oculta que, para él, "la fama es difícil en todos los sentidos", y de hecho su popularidad fue "lo que más le cambió" a nivel personal cuando llegó al Mundial de Moto3.
"Yo vivo en un pueblo donde te conocen todos", narra el piloto de 19 años. "Empezó a venir gente, gente y gente a tocar la puerta de casa, a buscarme en la heladería... no me he bañado en playa de Mazarrón desde hace siete años, porque al final no puedo ir. A veces es mejor apartarse un poco que buscarlo, que hace vida normal, pero creo Mazarrón es el porqué de que no se me haya subido el pavo a la cabeza. Hay que saber dónde estar, y yo estoy a gusto aquí, y pagaría por estar aquí".
Para Pedro Acosta, no existe otro sitio mejor en el mundo que su Puerto de Mazarrón, porque aquí, cuenta, "tengo a mis amigos cerca, puedo entrenar cada día, tengo a mi novia cerca, he podido traerme a un amigo al que no le iba muy bien para ayudarle. Hay que saber dónde estar. Tanto que salió el tema de Andorra... yo estoy a gusto aquí, y no puedo perder cosas que tengo. Además, soy un 'beach boy', un tío de playa, y eso sí que no lo puedo perder", añade con su habitual picardía.
En el documental producido por DAZN, el padre de Acosta, que también se llama Pedro, explica los motivos que llevaron a su hijo a descartar la idea de irse a vivir a Andorra, donde ya residen muchos pilotos españoles de MotoGP como Joan Mir, los hermanos Espargaró o Álex Rins. Pedro Acosta padre cree que "uno tiene que valorar en la vida lo que tiene, y si a lo mejor se va a otro lado que no sea su casa, no puede tener. Si esa persona es lo suficientemente fuerte para absorberlo y seguir adelante con su rutina y trabajo, estupendo".
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Acosta padre recuerda todavía el día que acudió al Principado de Andorra junto a su hijo para conocer el país y valorar la posibilidad de establecer allí su residencia fija por motivos fiscales, una idea que el dos veces campeón del mundo descartó por completo cuando se dio cuenta de cómo le iba a afectar a su vida personal el estar lejos de la familia y los amigos: "Fuimos a Andorra a ver lo que opinaba, y dijo que no, dijo 'papá, yo me quedo aquí con vosotros, no se me ha perdido nada en Andorra, ganaré menos, pero gano más en estar con la familia'. Cuando sea más mayor, que haga lo que quiera, que siga aquí o que se vaya. Es la felicidad de la persona", resume Pedro Acosta padre.