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No todos los días sale una joya así a la venta, así que más vale apreciarla: una Yamaha RD500 YPVS de 1986 en un estado impoluto y lista para disfrutar. Hemos conocido de su venta a través de las redes sociales: es Ricard Jové, el comentarista de DAZN, quien le ha puesto el cartelito de ‘se vende’ a su montura, y es una oportunidad realmente única para hacerse con una de estas bestias míticas.
“En venta esta exclusiva joya. Yamaha RD500 YPVS de 1986, totalmente revisada, ITV 2025 y con matrícula histórica. Solo auténticos interesados”, mencionaba Jové, que adjuntaba una foto de la RD500 en un estado que parece realmente impoluto para tener casi cuatro décadas a su espalda.
Y es que la Yamaha RD500 es una rabiosa moto de dos tiempos que perteneció a una época que muchos rememoran con añoro. Una rabiosa moto con motor V4 que era lo más parecido a una bestia de carreras, pero matriculable y homologada para poder circular con ella para la calle. De hecho, tiene componente mítico al no existir demasiados modelos en un estado tan impoluto como esta hoy en día.
Para entender su simbolismo tenemos que remontarnos muchos, muchos años atrás. Concretamente a la época de Kenny Roberts, cuando el estadounidense brillaba con luz propia y no hacía más que ganar carreras y títulos con Yamaha y su YZR500. Así que los de Iwata aprovecharon el filón para sacarse de la manga una moto parecida, pero para calle.
La saga setentera pretendía acercarse a la YZR500, salvando las evidentes diferencias con una moto prototipo de MotoGP.
En venta esta exclusiva joya. Yamaha RD500 YPVS de 1986, totalmente revisada, ITV 2025 y con matrícula historica! Solo auténticos interesados mandar correo a management.tds@gmail.com para más información pic.twitter.com/i3bFxYQFce
— Ricard Jové (@RicardJove) December 30, 2023
Esta moto tenía el motor W4 de dos tiempos con los cilindros dispuestos a 50º, una cilindrada de 499 cc y una potencia que llegaba a los 88 cv a 9.500 vueltas. Nacía de un chasis doble cuna perimetral de acero que formaba una moto radical y muy delicada de pilotar, también en la calle.
¿Por qué tiene el apellido YPVS? Es la referencia a Yamaha Power Valve System. Se trata de una válvula de escape que en términos prácticos ofrecía a la moto mucha potencia a bajas vueltas con las válvulas cerradas, y un altísimo régimen con las válvulas abiertas. Una verdadera delicia que hacía de su manejo una experiencia orgásmica.
Es aquella moto con una estética despampanante que tenía (y tiene) cuatro tubos de escape y un diseño que conquistó el mundo y lo sigue haciendo a día de hoy por parecerse a la mítica máquina de MotoGP. No solo las dos salidas en el colín estilo Racing, sino también los otros laterales. Su parte ciclo también era de renombre, con una horquilla antihundimiento y un monoamortiguador con bieletas.
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¿El precio? Eso habrá que preguntárselo a Ricard Jové por privado, porque junto al anuncio ha adjuntado un correo de contacto para “solo auténticos interesados”. Comentar que el valor de estas motos, ya históricas, ha crecido exponencialmente en los últimos años, llegando a alcanzar los más de 20.000 euros con cierta facilidad.