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Nadie puede negar que Kalex es la fábrica que domina en la actualidad el Mundial de Moto2. Fundada en el año 2004 por dos ingenieros dedicados entonces al mundo del automóvil, Klaus Hirsekorn y Alexander Baumgaertel -de ahí el nombre de KALEX-, la empresa con sede en Bobingen ha sabido ganarse el favor de casi todos los equipos que compiten en la clase intermedia del Campeonato del Mundo, e incluso han colaborado recientemente con Honda para desarrollar de forma conjunta el chasis de la RC213V con resultados más que positivos para los pilotos de la marca del ala dorada.
Nadie gana 12 títulos de pilotos a lo largo de 14 temporadas de forma casual; solo Moriwaki con Toni Elías (2010) y Marc Márquex con Suter (2013) han sido capaces de romper con la hegemonía de Kalex en Moto2, una superioridad que Hirsekorn y Baumgaertel han conseguido después de años de trabajo, investigación y sobre todo garantías a la hora de proporcionar un material competitivo a todos los equipos que confían en ellos.
Sin embargo, los primeros pasos de esta pequeña empresa alemana en el Mundial de Moto2 no fueron sencillos; tal y como recuerda Baumgärtel en una entrevista reciente recogida por Motorsport-total.com, Kalex era "un don nadie" en 2009, cuando se desplazaron hasta el Gran Premio de Francia para hablar con todas las escuderías de 250 cc y presentarles su proyecto de chasis de aluminio para la nueva categoría de Moto2 que estaba por llegar en 2010.
"Era Le Mans 2009 cuando Klaus y yo llegamos al paddock como unos absolutos don nadie. Nos presentamos en todas partes, llamamos a todas las puertas. Queríamos mostrar el proyecto que teníamos entre manos. Teníamos un plan de proyecto con hitos, un plan de desarrollo impreso, lo habitual en la industria. Pero nadie lo leyó. En realidad, ningún jefe de equipo", cuenta uno de los fundadores de Kalex.
El único team manager al que lograron convencer fue a Sito Pons; el expiloto español había regresado al mundial ese mismo año con una nueva estructura en la clase de dos y medio, y tras mantener varias conversaciones, Pons viajó hasta Alemania junto al jefe técnico de su escudería, Santi Mulero, para ver los chasis en persona y decidir si finalmente confiaban o no en Kalex para el estreno de la categoría de Moto2.
Según Baumgaertel, Sito Pons le llegó a "compararme con Antonio Cobas" por su forma de ser y su enfoque en el desarrollo del chasis: "Me comparó con Antonio Cobas, él también era bebedor de café, fumador y algo loco, entre comillas. El propio Sito corrió con un chasis que no era de ninguna fábrica. Parece que le contagié del espíritu que él tenía con Antonio Cobas", recuerda el ingeniero alemán en referencia a los años en los que Pons corrió con una moto ideada y diseñada por Cobas.
Pons acabó confiando en el proyecto de Kalex a pesar de su nula experiencia desarrollando chasis de competición para el mundial. La desconocida Kalex se tenía que enfrenar a otros fabricantes de cierto renombre en el paddock como FTR, Suter o Moriwaki, acostumbrados a desarrollar bastidores para otras categorías, y a esta lista se sumaron otros nombres como el de AJR, Motobi, Speed Up, Bimota o Tech 3.
El Pons Racing fue el único equipo que corrió con Kalex en 2010; sus creadores definen la relación con el equipo español de "muy bonita, una amistad", convencidos de que, sin el apoyo de Sito en aquel año de debut de Kalex en Moto2, su empresa no habría podido salir adelante: "Posiblemente habríamos muerto económicamente en algún punto del camino. En realidad solo le teníamos a él", dice un convencido Baumgaertel, consciente de que "Suter tenía una gran reputación" por aquel entonces, al igual que Moriwaki, "que se convirtió en campeón del mundo enseguida" con Toni Elías.
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De hecho, Baumgärtel tampoco esconde la enorme contribución que Santi Mulero aportó al proyecto Kalex durante sus dos primeros años de vida, ofreciendo indicaciones y cambios en la arquitectura del bastidor que acabaron siendo definitivos para conseguir la mejor moto de la parrilla de la última década: "Aprendí todo de Santi en los dos primeros años, porque yo no sabía cómo funcionaba el motociclismo", cuenta Baumgärtel, cuya formación inicial se centró exclusivamente en el mundo de los coches.