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Ya avisó Álvaro Bautista que nadie se hiciese ilusiones ni fijase expectativas sobre su ‘wild-card’ sobre la Ducati oficial en Sepang, porque ni siquiera él se las había marcado. El talaverano tampoco sabía a ciencia cierta con qué se iba a encontrar una vez encima de la moto, y a decir verdad, el vigente y doble campeón del WSBK no parece del todo contento con su aventura de regreso al mundial cinco años después.
Vistas las condiciones y el desarrollo de los prototipos, parece impensable subirse a una y ser inmediatamente rápido. Algo así le ha sucedido a Bautista, que ha dejado patente que neumáticos y motos nada tienen que ver de una categoría a otra.
Un cúmulo de infortunios también ha tenido que ver en que Bautista no consiguiese escalar posiciones y terminase penúltimo en la carrera al sprint. Pero antes, en la sesión clasificatoria, ha explicado que sus “sensaciones eran buenas”, aunque reclama que tuvo “un problema porque me quedé sin combustible justo antes de mi último ‘time-attack’”. Y aunque no cree que “hubiera ganado muchas posiciones, sí podría haberlas mejorado”.
Ya en el sprint, partiendo penúltimo en parrilla, Bautista dice haber hecho “la carrera que esperaba”, pero la buena suerte no estuvo de su lado y no logró accionar bien el holeshot delantero : “Tuve un problema en la salida porque la horquilla no bajaba, giré la palomilla (que acciona el holeshot), pero no del todo, entonces en la salida la moto estaba baja de atrás y alta delante… Luego me fui largo en la primera curva porque no podía parar”, lamenta el #19, que se dejó casi 20 segundos por culpa de este error y acabó viendo la bandera a cuadros diez vueltas después en la 22ª plaza.
Cinco años sin pilotar en MotoGP, y las cosas han cambiado radicalmente: “La mayor diferencia es el hecho de que tenía muchos pilotos delante. También tenías más posibilidades de controlar la moto, ahora con toda la aerodinámica las motos son más pesadas, y con tantos pilotos no tienes carga aerodinámica y al frenar, no es fácil detenerla. La moto no frena bien si los alerones no funcionan”.
La principal frase que deja Bautista es que “para mí antes era mejor” porque “antes los pilotos tenían más control de la situación”, y reconoce que le habría gustado probar el Pirelli trasero de Superbikes en su Ducati GP23: "Me gustaría, sí. El delantero sería difícil, porque el Michelin es mucho más rígido . Pero el trasero, tengo curiosidad por probarlo, porque lo bueno de Pirelli es que puedes hacer que el neumático trasero derrape y luego tienes tracción. Aquí, si derrapas, estás perdido".
Elegir entre WSBK y MotoGP es algo así como elegir entre papá y mamá, menciona Álvaro: “Ahora me divierto más en superbikes porque lo conozco mejor, pero cuando me subí a la SBK después de las últimas carreras tras probar la MotoGP, no me divertí mucho”. Vamos, que “es difícil elegir una, hay que adaptarse”, concluye sobre el tema el talaverano, que por el momento no parece tener previsto otro 'wild-card' para 2024, ya que este era el premio por ser campeón en 2022.
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No solo ha notado que “las MotoGP tienen mucha más potencia y es difícil controlar la parte trasera”, sino que también se ha percatado de que “la gran diferencia es que ahora todos están más cerca, y aunque consigas estar a menos de un segundo, estás detrás de la tabla, esta es la gran diferencia respecto a cuando yo corría aquí”, narra el dorsal ‘19’.