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Buriram suele ser un buen campo de cultivo para Marc Márquez. El #93 ganó las dos primeras ediciones del Gran Premio de Tailandia en 2018 y 2019, y aunque el año pasado no logró subir aquí al podio, el catalán acabó en la quinta plaza y con buenas sensaciones sobre una pista que se adapta bien a su estilo y a las características de la RC213V.
Este año, sin embargo, Marc no sabe muy bien qué esperar de la pista de Chang. El catalán afronta esta cita con la misma ambición de siempre, con dudas sobre el nivel que puede exhibir en Tailandia después de todos los problemas que ha ido arrastrando este año, su último en HRC antes de poner pies en polvorosa rumbo al Gresini Racing.
Hoy, en rueda de prensa, Márquez no ha ocultado que "apretó" en la última cita de Australia, donde acabó 15º tras apostarlo todo a un neumático blando trasero que le dejó vendido en la segunda mitad de la prueba. El de Cervera dice que si arriesgó más de la cuenta en Phillip Island fue porque "si tengo que correr riesgos extra, prefiero hacerlo en curvas lentas y no en las rápidas, porque si te caes ahí es mucho más fácil lesionarte".
El piloto de 30 años encara esta ronda de Tailandia "con el mismo enfoque de Australia", algo que, dice, "no me garantiza aquí un buen resultado, hablo más de mi mentalidad de atacar desde el principio para ver si puedo salir bien y quedarme dentro del top 10".
Con sólo cuatro rondas pendientes para acabar el año, es difícil pensar que Márquez pueda despedirse de Honda con una victoria. Un podio quizás sería más factible, aunque tampoco es algo que ahora mismo busque por encima de todo, sobre todo después del resultado que logró en Motegi: "El podio de Japón fue un sueño. Si es el último, para mí estará bien, porque lo conseguimos en casa de Honda, y eso es bueno. A día de hoy se tendrían que alinear todos los planetas para pensar en otro podio, porque no es que estemos acabando quintos o sextos, más bien décimos".
El piloto español tiene asumido que "estamos lejos del podio y toca seguir trabajando para llegar allí. Está claro que si tengo la más mínima oportunidad de alcanzarlo lo intentaré, como ya hice en la India, donde podría haber acabado cuarto o quinto. Intentaré hacer un poco más para subir al podio, porque nadie recuerda un quinto puesto, pero sí un podio".
La idea en Tailandia es "empezar más o menos con la base de la India", aprovechando las similitudes de ambas pistas en términos de temperatura y humedad: "Es cierto que son circuitos un poco parecidos, pero sobre todo porque la carcasa del neumático trasero es la misma que en la India. Es una carcasa con la que he tenido muchos problemas en el pasado, pero en la India pude lidiar con ella. Joan va un poco mejor con ella, yo me siento mejor con la carcasa estándar. Vamos a ver, en la FP1 entiendes enseguida si tienes buen ritmo o necesitas cambiar algo".
Por último, Márquez ha comentado las últimas declaraciones ofrecidas por Paolo Ciabatti en las que el director deportivo de Ducati Corse afirmaba que el #93 correrá en Gresini "prácticamente gratis" porque la estructura italiana no tiene presupuesto para pagar el salario de un ocho veces campeón del mundo, renunciando así a su sueldo para poder disfrutar de la mejor moto de la parrilla.
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Marc se ha reído cuando le han preguntado por las palabras de Ciabatti, y le ha respondido diciendo que "soy una persona ambiciosa, por eso en mi carrera siempre he antepuesto lo deportivo y los resultados antes que el dinero, pero yo no he dicho que vaya a correr gratis", dejando caer que "quizás el equipo Gresini me pague, es algo que no sabe nadie", apostillaba el catalán.
