 Redacción @todocircuitoweb |
Tras el intento fallido de volver a la competición en Japón, Álex Rins afrontaba su regreso en Indonesia logrando el undécimo mejor registro en la Q1, partiendo 21º en las carreras de sábado y domingo. En su primera salida desde el mes de junio -cuando se fracturó la tibia y el peroné de su pierna derecha en Mugello-, su misión consistía en completar la Sprint Race del sábado, objetivo que lograba al ocupar la 18ª plaza a pesar de los dolores que sigue arrastrando a causa de las secuelas de su lesión.
Hoy, con 27 vueltas por delante que ya auguraban mucho sufrimiento físico para el #42, Rins volvía por sus fueros y rodaba en plazas de puntos tras siete vueltas, siendo 11º mediada la distancia de carrera y alcanzando la novena plaza final en una carrera llena de esfuerzo en la que Rins ha sido la mejor Honda del día, por delante de su compañero Takaaki Nakagami (11º) tras las caídas de Marc Márquez y Joan Mir.
"127 días después finalizamos una carrera de nuevo, ¡y en el top 10!", se alegraba Rins tras ver la bandera a cuadros en Mandalika. "He corrido con cabeza, pero también hice un par de adelantamientos guapos. Todas las operaciones, médicos, noches sin dormir, sesiones de terapia, horas en la piscina, en el gym, y todo el esfuerzo mereció la pena".
El piloto barcelonés reconocía que la de hoy fue "una carrera muy dura" que le ha costado terminar: "Han sido el doble de vueltas que ayer, pero no hemos dejado de luchar para acabar la carrera y volver a sentir lo que es pilotar una MotoGP. Estoy orgulloso porque no hemos tirado la toalla".
De hecho, Rins tuvo que batallar contra el dolor a partir de la 13ª vuelta, cuando los medicamentos dejaron de hacerle efecto y el dolor se hizo palpable en su pierna derecha, todavía lejos de estar plenamente recuperada: "A mitad de carrera se me ha pasado el efecto de la anestesia e iba muy al límite. He estado pensando en todo el proceso, en casa, el fisio… Me ha venido todo a la cabeza y no sé si ha sido eso me ha hecho acabar la carrera".
Rins ha confesado que llegó a verse "muy perdido" en las últimas vueltas; el dolor, el cansancio acumulado y una temperatura ambiente de 34º C pusieron a prueba su capacidad de resistencia, e incluso llegó a dudar de qué posición ocupaba: "Pensaba que iba el séptimo, pero iba el noveno", recuerda entre risas, explicando que se vio obligado a "cambiar el estilo de pilotaje" cuando el dolor se incrementó porque "casi no podía inclinar a la derecha, en las curvas lentas iba como un palo".
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Todo este esfuerzo ha visto su recompensa en forma de una novena posición y sus primeros puntos desde el Gran Premio de Las Américas, la última vez que Rins incrementó su casillero tras los fiascos de Jerez, Francia y Mugello, donde lesionó de gravedad: "He sido la mejor Honda y he adelantado a Nakagami, esto para mí es como un podio", sentenciaba el #42.
