 Redacción @todocircuitoweb |
Marc Márquez ha tenido que esperar hasta la cita de casa de Honda, el Gran Premio de Japón, para subir por primera vez al podio un domingo en lo que va de temporada. El de Cervera ha sabido sacar petróleo de las difíciles condiciones que hoy presentaba la pista de Motegi a causa de la lluvia, y cuando ha visto caer las primeras gotas de agua sobre la cúpula de su Honda, justo antes de la salida, se ha dado cuenta de que hoy podía ser su día.
El ocho veces campeón del mundo se tomó los primeros compases de la carrera con cautela, sobre todo tras el cambio de moto; Marc sabía que todavía tenía por delante más de 20 vueltas, así que espero a que la lluvia cubriera el asfalto de Motegi para sacarle provecho a los Michelin rayados, arrancando en este momento su remontada desde la sexta posición hasta situarse tercero en la 12ª vuelta, a rueda de Pecco Bagnaia.
El #93 tenía velocidad de sobra para pasar al de Ducati e incluso para pensar en recortar los 1,5 segundos de ventaja que tenía Jorge Martín al frente de todos, pero sus esperanzas de ganar se desvanecieron cuando Dirección de Carrera decidió parar la prueba con bandera roja por la situación de la pista, una decisión acertada en opinión de Marc que al menos le aseguraba el tercer peldaño del podio.
"Cuando he visto las cuatro gotitas, que había agua y que hemos cambiado muy rápido a gomas de agua, ahí he visto que sería una carrera larga", explicaba el catalán al micrófono de DAZN. "Por eso he ido con mucha cautela al principio, porque el asfalto estaba bastante seco, y si ahí empujas mucho destrozas el neumático. Si luego llega más agua al final no tienes nada que hacer, así que he ido con calma, además la sensación tampoco era perfecta", matizaba Marc.
Ya con más agua y mejor tracción en sus gomas, el #93 encontró la confianza necesaria para irse hacia delante: "Una vez ha llegado el agua de verdad me he empezado a encontrar bien, a empujar. Ahí sí que los neumáticos aguantan. Iba remontando, muy a gusto, pero antes de la bandera roja, incluso siendo el más rápido en pista, he levantado la mano porque era impracticable, había mucho aquaplaning, y Dirección de Carrera ha hecho un buen trabajo".
The restart is called off. That means @marcmarquez93 keeps third! pic.twitter.com/KKc13f1vkt
— Repsol Honda Team (@HRC_MotoGP) October 1, 2023
Para sorpresa del propio Márquez, hoy "se ha sentido bien" en agua, aunque aclara que era algo "buscado" y que se tuvo que labrar él mismo. "De entrada no me sentía bien, iba perdiendo posiciones. Sí, estaba gestionando los neumáticos, pero la sensación tampoco era muy agradable. Pero una vez ha llegado más agua en pista la sensación ha cambiado, me he empezado a en contrar como el año pasado en el 'qualy', he empezado a pilotar bien y con confianza. He tenido algún susto, pero controlado, y esto me ha permitido ir remontando", explicaba Márquez, consciente de que Martín y Pecco "se están jugando el Mundial" y que él ahora mismo no siente esa presión.
El piloto de 30 años ha calificado su podio en Motegi de "romántico" por tratarse de la casa de Honda, un éxito que llega en un momento muy confuso sobre el futuro de un Marc Márquez que, de momento, sigue sin aclarar dónde correrá en 2024. Para muchos, el hecho de no anunciar su continuidad con Honda en Motegi es síntoma de que su salida a final de año ya está hecha, y quizás las palabras que ha ofrecido hoy el #93 invitan a pensar en ello.
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Preguntado sobre su situación, Marc respondía que "aunque haya gente que diga que estoy disfrutando, no estoy disfrutando. Hay noches sin dormir, otras pensando mucho, lo estoy sufriendo, pero intento apartarlo y estar centrado en pista, porque pilotar una MotoGP no es fácil. Esto es un cuento romántico, tenía que llegar el primer podio del año en casa de Honda, con los jefes. Veremos qué pasa. Pero una cosa no quita la otra, que mi compromiso con la marca siempre ha sido y será al 100%", sentencia el #93.
