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HRC lanza la segunda temporada de su serie documental 'Behind The Dream', y el primer capítulo se lo dedica Santi Hernández, jefe técnico de Marc Márquez desde hace más de una década. El catalán protagoniza esta pieza de casi 12 minutos de duración en la que habla de sus orígenes, de por qué se enamoró de la mecánica y de su estrecha relación con el piloto de Cervera, una amistad que ha ido más allá de la pistas.
"A mí de pequeño me gustaba el fútbol, no las motos", revela Santi en el arranque del documental. "Mi padre ha sido mecánico toda la vida, con 12 años me deja una moto y me empiezan a gustar, yo empiezo a correr en scooter. Cuando vives de pequeño todo el tiempo moto, moto, moto... es cuando decido estudiar mecánica. Primero cosas con mi padre en el taller, y ya me dediqué al mundo de la moto hasta ahora".
Antes de convertirse en el líder técnico del box de Marc Márquez, Hernández trabajó junto a otros pilotos de leyenda como Álex Crivillé o Valentino Rossi, encargándose por aquel entonces de la puesta a punto de sus suspensiones: "Cuando trabajé con Alex (Crivillé) o con Valentino (Rossi), era básicamente para intentar ayudar en la puesta a punto de las suspensiones. Yo llego al equipo Repsol Honda Team con Marc, ya trabajaba con él en Moto2 desde 2011. La sorpresa fue cuando Marc decide dar el salto a MotoGP con Honda y me pide me vaya con él. Yo no tenía nada de experiencia en MotoGP, formar parte de esta familia para mí ha sido un sueño".
Hernández puede presumir de haber conseguido un total de siete títulos mundiales junto a Marc, convirtiéndose en uno de los jefes de mecánicos de mayor prestigio y palmarés dentro del paddock. Al técnico de 47 años le gustaría que otros compañeros de profesión también vieran recompensado su esfuerzo con títulos y victorias, pero es consciente de la crudeza de este deporte: "Sinceramente, creo que hay muchos técnicos que se merecen obtener un mundial. No todo el mundo haciendo lo mismo que yo, o trabajando en la misma posición que yo y trabajando igual para hacerlo bien, no ha tenido la suerte de ni siquiera ganar una carrera, y siguen haciéndolo y viniendo a trabajar con la misma motivación. Yo, por suerte, he trabajado con un piloto que ha ganado y me ha dado esos resultados".
Santi ha disfrutado de muchos años de gloria, pero también sabe lo que es vivir en el pozo de la clasificación; tras la lesión de Marc Márquez en 2020, él y su equipo de mecánicos se encargaron de poner a punto la moto de Stefan Bradl, sustituto del #93, con el objetivo de intentar entrar en los puntos, y tras la vuelta del catalán a las pistas, los festejos y celebraciones se cuentan con los dedos de una mano: "Hemos vivido momentos muy buenos, ganando mundiales, también momentos muy malos, con lesiones y malos resultados, pero sobre todo estoy orgulloso de llevar 10 años trabajando para HRC. Para mí, el líder que hay dentro del equipo es Marc, él es mi líder. Siempre está ahí, para lo bueno y para lo malo. Yo no soy el líder, sólo soy parte del proyecto. El que marca la diferencia es Marc, cuando está sobre la moto, es él, y está solo".
A sus 47 años, a Santi Hernández le gustaría seguir vinculado al paddock del mundial durante muchos más años, aunque es consciente de la evolución constante que sufre MotoGP y de la llegada de nuevos profesionales cada vez más adaptados a las nuevas tecnologías que se van introduciendo en el campeonato: "Me gustaría seguir trabajando aquí hasta que un día decida retirarme, es mi sueño. Pero nunca se sabe, quizás el campeonato cambie por algún motivo o llegue la nueva generación y no tenga sitio, y tenga que buscar otro camino".
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Puedes ver el documental 'Behind The Dreams: Santi' a continuación: