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Jorge Martín es la prueba viviente de que Ducati tiene al enemigo en casa. Los de Borgo Panigale van camino de cosechar el que sería su segundo título mundial de MotoGP consecutivo, el tercero en su historia, de nuevo con un Pecco Bagnaia que este año está demostrando la regularidad y el tesón que le faltaron a lo largo del curso 2022 y que, de momento, sólo está encontrando como rivales al resto de máquinas de Borgo Panigale.
Con sus dos victorias en el Gran Premio de San Marino, Martín se llevó la máxima renta de puntos posible, 37, un bagaje que ha reforzado al madrileño en la segunda posición del mundial y que le ha acercado todavía más al líder del campeonato, estrechando la brecha con Pecco hasta los 36 puntos cuando todavía faltan ocho fines de semana de competición hasta Valencia, es decir, 296 puntos por repartir.
En Misano, el de San Sebastián de los Reyes reconoció que, después de dos años y medio sobre la Desmosedici, "cada vez conozco más a la Ducati" y eso le está permitiendo progresar también como piloto: "Sé a dónde puedo llegar, en una frenada sé si puedo hacer la curva o no antes de una caída, toco madera. Pero la voy conociendo más, cada vuelta que doy voy entiendo más esta moto, creo que es lo que me faltaba a principio de año para sacar todo el potencial".
Ese potencial del que habla Martín es el que encontró en Misano desde el primer entreno libre del viernes; pese a que esta pista no es la mejor para él, Jorge no tardó en darse cuenta de que él y su Ducati tenían muchas opciones de arrasar en San Marino, un trazado que se encuentra a poco más de una hora en coche de Borgo Panigale, cuartel general ducatista: "En cuanto salí a pista, vi que tenía mucho potencial, pero ganar todo, con el récord de la pista, cogiendo todos los puntos posibles, es increíble, estoy muy feliz. Sobre todo hacerlo aquí en casa de Ducati, delante de dos Ducatis más, ha sido brutal".
Victoria que, por cierto, Jorge Martín ha querido reivindicar pese a las lesiones que sus dos compañeros de podio, Marco Bezzecchi y Pecco Bagnaia, arrastraban del Gran Premio de Catalunya, especialmente el dorsal #1, con problemas incluso para bajarse de la moto al llegar al parque cerrado: "Quizás lo notaban durante el finde, pero yo he corrido lesionado, con muchas lesiones, y en el momento en el que te pones el casco, si de verdad estás en la pista es porque puedes hacerlo, la adrenalina no te permite pensar en eso (...). Hemos marcado la diferencia en Ducati, no quiero que se nuble mi victoria por pensar que ellos tenían algo".
Vencer a un piloto que compite con tu misma moto dentro de un equipo oficial no es tarea sencilla; para Jorge, la presión de luchar por el título debe recaer en Pecco y en cualquier otro piloto que compita sobre una máquina de fábrica, aunque no es óbice para que el #89 intente lograr algo histórico: ver a un piloto satélite levantando la corona de campeón a final de temporada.
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A este respecto, el piloto madrileño insiste en que "siempre hay que creer, hasta el final. Es el sueño de mi vida obviamente, y cada vez está más cerquita. Pero sigo pensando que no es mi responsabilidad, aunque si sigo recuperando y tengo la posibilidad, iré a por ello a muerte", aclaraba un Martín que se encuentra en su mejor momento deportivo desde que ascendió de categoría.