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Una KTM RC-16 de MotoGP pilotada por Dani Pedrosa, un Rimac Nevera y una Suzuki Superbusa. Es la última aventura trepidante en formato audiovisual de la gente de Carwow, que enfrenta a tres pesos pesados de las dos y cuatro ruedas en la pista de un aeródromo para una drag-race de proporciones épicas. Y el resultado no defrauda.
Apostar es una tarea difícil, al menos teniendo en cuenta las cifras de cada una de estas bestias sobre el papel. Empezando por la KTM RC-16, más cuando la pilota Dani Pedrosa. La cifra es indeterminada, pero se calcula que esta moto rinde 270 CV de potencia; cambio seamless que permite cambiar de marcha sin destrabar la anterior… Y bueno, una MotoGP tiene pocos rivales.
“Esta moto tiene cerca de 270 CV, pesa 157 kg, tiene un motor V4 de 1.000 cc y un par motor de cerca de 120 Nm. Creo que el mayor problema que podría tener sería con la tracción, pero afortunadamente este año con el dispositivo de holeshot evitaré el problema en la salida”, dice un animado Pedrosa.
Si eso te parecía mucho, espera a conocer a la Superbusa. Esta es una Hayabusa con turbo. Básicamente, destaca por equipar un supercargador Rotrex, modelo C30-94, que libera todo el potencial del motor de cuatro cilindros en línea y 1340 cc de la Hayabusa hasta los 377 cv de potencia frente a los 190 cv del modelo de serie, disparando su par motor hasta los 257 Nm.
Y al otro lado del ring está el Rimac Nevera, un hiperdeportivo 100 % eléctrico que roza los dos millones de euros. Parece irreal, pero sus cuatro motores eléctricos son capaces de ofrecer la friolera de 1.914 CV y 2.360 Nm de par motor. Una bestia absoluta de la carretera. Ahora bien, ¿quién tiene las de ganar?
Preparados, listos, ya. La primera de las lanzadas (cerca del minuto 5) tiene un claro ganador, pero por muy poco. También tiene un claro perdedor. El resto te las dejamos a ti, pero hay un momento clave: en el que Dani se pone al volante del Rimac Nevera y se enfrenta a la Superbusa de casi 400 CV.
Solo hay que ver la cara que se le queda al pequeño samurái apretando a fondo el acelerador del hiperdeportivo eléctrico. “Es como… ¡BUAH! Es increíble, la cabeza se te va para atrás”, dice Dani, que parece más impresionado con el coche que con la MotoGP.
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Así que te dejamos con toda la acción, porque los gritos de Pedrosa al volante del Nevera no tiene desperdicio: