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La Ducati TT1 es una de las motos más icónicas de la marca de Borgo Panigale, y no son palabras vacías. Estos días está a la venta uno de esos unicornios sobre dos ruedas que, para ser sinceros, no estamos acostumbrados a ver. Es la Ducati 750 F1, o “la descendencia legal para la calle de la Ducati TT1”, como bien señala el subastador de esta particular joya.
Para muchos coleccionistas de motos clásicas esta sería la moto a elegir, y una de las más emblemáticas en el mundillo de las Superbikes. Y eso que su potencia no es descomunal, ni mucho menos: 88 CV a la rueda trasera, pero es una de las 750 cc de la vieja escuela más rápidas y hábiles del momento.
Hasta leyendas del TT de la Isla de Man como Lou Saif se derriten ante ella: “Ojalá fuera mía. Esta escandalosa moto es un ejemplo altamente desarrollado de la legendaria TT1 de carreras que se desempeña brillantemente en la pista y se maneja mejor que cualquier TT1 que hayamos montado”.
Originalmente no es una moto de calle, pero se adaptó para poder dar una vuelta de vez en cuando. Ese era el deseo de James, su dueño hasta el momento que la adaptó al máximo. Tiene un equipo personalizado de luces y soporte de matrícula que se pueden quitar en menos de 10 minutos para adaptar la moto a la pista.
Puede que 88 CV no parezcan demasiado, pero el V-Twin de Borgo Panigale tiene un par motor embriagador, al que acompaña una armoniosa y ruda melodía gracias a un escape abierto NCR que emite concretamente 95 dB.
Todas las piezas con las que ha sido montada la moto son originales y son una fiel réplica de la TT1 que competía en el AMA BOTT GP, excepto las pinzas y bombas de freno, bobinas de encendido y la refrigeración.
El motor fue construido por un preparador especial, embrague y volante aligerados, cotas internas modificadas, bomba de combustible Mikuni, tapas de balancines de magnesio, pistones modificados (compresión de 12,5:1)… Prácticamente todo en esta moto ha sido cambiado hasta crear un unicornio de carreras, pero para calle.
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La moto descansa en la sede de Speedart Motorsports, y ha estado de exposición los últimos cinco años. Sin embargo, su dueño quiere deshacerse de ella y la pone a la venta en este enlace. El precio estimado no es apto para cualquier bolsillo; 75.000 dólares para el mejor postor que la quiera en su garaje.