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Para Valentino Rossi el pasado fin de semana fue muy especial. A sus 44 años, el ídolo de Tavullia sigue en plena forma, y pasados unos años de su retirada del Mundial de MotoGP, quién le iba a decir al #46 que volvería a festejar por todo lo alto una victoria en el cajón del podio, y en casa.
El italiano sigue haciendo historia, pero ahora sobre las cuatro ruedas. El dorsal #46 ganó la segunda ronda de la GT World Challenge Europe Sprint Cup en el circuito de Misano, en un trazado muy conocido por él. Fue su segunda victoria desde que se subió a los coches tras ganar también una de las mangas de Road To Le Mans, también con con BMW, por quien fichó a finales del año pasado tras una primera temporada con Audi.
Fue un momento muy emotivo, lleno de simbolismo para Valentino. Su segunda victoria en el mundo de los coches, y tenía la espinita clavada en el campeonato Fanatec GT. Junto con su dupla habitual, Maxime Martin, su presencia logró llenar el trazado de casa con excelente solvencia, y ganar con 4 segundos de ventaja.
Así que Rossi, que fue quien hizo los honores y conducía el BMW GT3, no pudo evitar emocionarse y acabó llorando dentro del coche mientras todo su equipo le vitoreaba desde el muro pegado a la línea de meta. Y no solo eso, sino que el circuito se llenó de amarillo; aficionados con camisetas, gorras y hasta bengalas para rendir honor a su ídolo, ahora en coches.
Nada más llegar al parc-fermé se funde en abrazos y saltos con su compañero de equipo, Martin. Hasta gatea encima del coche para celebrarlo como si fuese un mundial de MotoGP de su época dorada en la categoría reina.
Se le notaba pletórico al italiano, y rebosante de felicidad. Cuando subió al podio no paraba de aplaudir mientras la prensa, los fans y el resto de equipos homenajeaban su primer puesto en lo más alto del cajón del podio. Como curiosidad, la última vez que Rossi subió a la escalerilla en Misano fue en el año 2016, cuando todavía pilotaba para Yamaha en MotoGP.
Pletórico, y a la vieja usanza, el italiano remató el podio bañando al resto de componentes del podio y a los asistentes con champán. “No puedo estar más contento. Ganar aquí en Misano es muy especial. Sabíamos que podíamos ser fuertes, pero ganar es otra historia. Gané mi primera carrera de GT en Road to Le Mans, pero esto es diferente, ya que es nuestro campeonato principal, el nivel es muy alto y hay muchos pilotos rápidos. Todo empezó hace un año y medio, con Vincent, con todo el equipo WRT, y esto es un gran logro", remató el de Tavullia.
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Aquí puedes ver el momento de ilusión que compartió Rossi, grabado por las cámaras del Fanatec GT World Challenge Europe: