 Redacción @todocircuitoweb |
La histórica relación que une al LCR Team con Honda podría finalizar en 2024 después de casi 20 años trabajando juntos. Lucio Cecchinello y su estructura dieron el salto a la clase reina en 2006 después de haber competido con éxito en las categorías de 125 y 250 cc, una apuesta en la que el expiloto italiano decidió confiar en Honda, recibiendo en aquel momento una RC212V satélite que fue a parar a manos de Casey Stoner.
Desde entonces, por el box del equipo italiano han ido desfilando numerosos pilotos, algunos de ellos campeones del mundo como Álex Márquez, Stefan Bradl o Toni Elías; incluso Cecchinello cedió ante Honda en 2018 para darle una de sus motos a un piloto japonés, Takaaki Nakagami, que accedió a la categoría reina con un tibio palmarés a sus espaldas y una sexta posición final en la temporada 2016 de Moto2 como resultado más destacable. En aquel momento, Honda quería tener a un piloto japonés en la categoría máxima a toda costa, y Lucio aceptó la propuesta.
Cecchinello sabe mejor que nadie lo mucho que ha cambiado el trato que reciben los equipos satélite de sus respectivas fábricas con el paso de los años; si antes las marcas se limitaban a alquilarles motos de años anteriores sin posibilidad de recibir mejoras con el paso de la temporada, hoy en día equipos como el PRAMAC Ducati o el GASGAS Factory Team (operado por el Tech3) emplean motos idénticas a las que llevan los pilotos oficiales, e incluso las novedades llegan sus garajes casi al mismo tiempo.
En el LCR Team, sin embargo, el trato que HRC sigue otorgándole al equipo de Cecchinello parece no estar al nivel de las demás fábricas; este año ya hemos escuchado a Álex Rins quejarse en más de una ocasión del poco caso que le está haciendo Honda a la hora de trabajar en la moto, y luego está el asunto del chasis Kalex, una pieza que Rins le estuvo pidiendo a Honda en repetidas ocasiones y que, cuando llegó a su box, no pudo investigar a fondo al romperse una pierna durante el transcurso del Gran Premio de Italia.
La última vez que Lucio Cecchinello renovó su vínculo con Honda fue en 2019, cuando la RC213V todavía era una moto ganadora. Marc Márquez venía de cosechar su sexto y último título de MotoGP, y aunque ya entonces el de Cervera era el único capaz de ganar carreras con esa moto, parecía ilógico abandonar al fabricante que estaba dominado la categoría reina.
Ese acuerdo que Cecchinello renovó hace ahora cuatro años expira a finales de 2024, y según adelanta Speedweek.com, existen muchas posibilidades de que el LCR Team ponga punto y final a su larga relación con Honda para apostar por una de las fábricas más prometedoras del momento: KTM.
Los austriacos ya tentaron a Cecchinello en 2019, cuando buscaban expandir su presencia en MotoGP; el italiano apostó entonces por mantenerse fiel a Honda, y aprovechando que el Tech3 de Hervé Poncharal estaba desencantado por el trato recibido desde Yamaha, KTM no tardó en llegar a un acuerdo con el experimentado mánager francés, prometiéndole material de fábrica y motos idénticas a las del equipo Factory.
Ahora que KTM tiene uno de los mejores prototipos de la categoría, los de Mattighofen tienen muy buenos argumentos para persuadir a Cecchinello. En Austria necesitan más motos en MotoGP para dar cabida a las estrellas que van creciendo en Moto3 y Moto2, y sólo hay que ver lo que está ocurriendo este año con Pedro Acosta para entender el motivo por el que KTM ya no tiene suficiente con cuatro prototipos en la parrilla.
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Además, desde Speedweek.com también señalan otro factor llamado Marc Márquez. El de Cervera acabará su contrato a finales del próximo año, y si los austriacos logran convencerle para subirle a una de sus RC16 oficiales, eso significaría la salida de Brad Binder o de Jack Miller, pilotos que ya han logrado buenos resultados sobre la máquina austriaca y que podrían recalar en las filas del LCR Team, apoyado ya por KTM de 2025 en adelante.
