 Redacción @todocircuitoweb |
Dos meses exactos después de su grave accidente en la última edición de la North West 200, Lee Johnston se ha atrevido a publicar un extenso vídeo en sus redes sociales en el que cuenta todo el calvario físico y mental por el que ha tenido que atravesar estos últimos 60 días fruto de las lesiones que sufrió el 11 de mayo cuando estaba disputando una de las sesiones de entrenamientos libres de la North West 200 en la categoría de Supersport.
El piloto de 34 años estaba completando su última vuelta al manillar de su Yamaha R6 cuando se produjo el desastre; Johnston, que llegaba a esta edición como uno de los grandes favoritos en la categoría de 600 cc, perdió el control de su YZF-R6 en la icónica Church Corner, una curva ubicada frente a una pequeña iglesia, ya en el tramo final del circuito.
A pesar de que la caída no se produjo a una velocidad excesiva, Lee tuvo la mala suerte de arrastrarse y golpear directamente contra el bordillo, acabando después sobre la acera. La sesión se detuvo de inmediato con bandera roja, y tras una primera asistencia in situ en el mismo lugar del accidente, fue trasladado en helicóptero hasta Belfast para ser tratado de sus numerosas lesiones.
Johnston necesitó de una transfusión de sangre en pleno traslado, y nada más ingresar en el hospital en estado crítico, se tuvo que someter a una cirugía de casi 10 horas de duración; tras ser inducido al coma durante tres días -conectado a un respirador-, Lee despertó, y a partir de ahí comenzó para él un largo y complicado proceso de rehabilitación en el que, además de superar sus lesiones físicas, ha tenido que enfrentarse a todo tipo de "demonios" dentro de su cabeza.
El piloto norirlandés abandonó el hospital el 1 de junio, 20 días después de su ingreso. Su parte médico no deja dudas sobre lo mucho que sufrió en la UCI, y es que Johnston se rompió el fémur, un hombro, sufrió diversas fracturas en las costillas, un pulmón colapsado y también se rompió el tobillo izquierdo.
Ya en casa, acompañado de su inseparable mujer, Lee Johnston ha compartido un extenso vídeo resumiendo sus últimos dos meses, y también se ha atrevido a compartir con sus seguidores las imágenes del accidente. "He intentado hacer esta introducción unas 15 veces", dice nada más encender la cámara. "He necesitado tres o cuatro semanas para poder hacer este vídeo. No por un tema físico, más bien por un tema mental. Mi cabeza no ha estado en buen sitio. No sabría decir cuál es el término médico correcto, pero he estado sufriendo", explica antes de emocionarse.
"Lloraba por cosas sin importancia", recuerda Lee., "sin saber por qué, y a medida que he ido investigando me he dado cuenta de que todo es consecuencia del trauma que me generó el accidente y todo lo que mi cuerpo ha tenido que soportar. He empezado a ver a un psicólogos especializado en traumas. Dos días después de despertarme en el hospital sabía que algo no iba bien. Se lo dije a mi mujer, sentía que ese día se había despertado otra persona dentro de mi cabeza. Ahora estoy mucho mejor gracias al apoyo que he recibido de todos los que me rodean".
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Station Corner, el lugar del accidente
Entre los muchos fantasmas que rondaron la mente de Johnston está el de la decepción, el de haber fracasado en su trabajo: "El primer sentimiento que más me afectó es el de haber decepcionado a la gente, de haber dejado tirado al equipo y a los patrocinadores, incluso a mí mismo. Y no sé por qué, porque al final una parte de este trabajo es que te puedes hacer daño. Pero es verdad que este año había empezado muy bien en el Supersport británico, y estaba muy cómodo con todas las motos, incluso con la Superbike".
Si bien las secuelas físicas del accidente cada vez son menores, la mente de Johnston es lo que más le ha costado recuperar, siempre gracias al apoyo de su familia y de los especialistas médicos: "He pasado por muchos momentos de bajón, llorando sin saber muy bien el motivo o qué estaba pasándome. Ver a un psicólogo especializado en traumas es lo mejor que he podido hacer. Si alguien de por aquí está sufriendo, aunque no sea por un trauma, ve a ver a alguien o habla con alguien, haz algo, porque yo he tenido estos demonios en mi cabeza, y te aseguro que no ayudan a nadie. Este ha sido el motivo por el que he estado tanto tiempo alejado de mis videoblogs".
Sobre el accidente, Lee admite que no se acuerda de nada; si se esfuerza, puede verse a sí mismo saludando a un compañero antes de abandonar su carpa, e incluso tiene en su cabeza las voces de "apaga la moto" que gritaban los comisarios instantes después del accidente, pero todo es muy confuso para él: "Lo último que recuerdo es saludar a Collins saliendo del box, no recuerdo nada de aquella vuelta ni de la caída. La primera semana fue realmente dura, estaba postrado en la cama sin poder hacer absolutamente nada. Realmente no recuerdo nada de mi primera semana en el hospital, ingresado en la UCI. Mi mujer estaba ahí todo el rato mirándome a los ojos y diciéndome lo mucho que me quería".
Lee todavía tiene un largo camino por delante antes de pensar en subirse a una moto; ahora mismo su vida se basa en acudir a rehabilitación, estar con su pareja y hablar habitualmente con su psicólogo para dejar atrás este episodio tan terrible en su vida profesional y privada: "He perdido 10 kilos, ahora pesaré unos 55 kilos. Cuando pesas 65 kilos piensas que ya no vas a adelgazar más. Ahora estoy progresando día a día y cogiendo más fuerza".
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A continuación puedes ver el vídeo compartido por Johnston. La primera parte es un charla directa a cámara junto a su mujer, y a partir del minuto 15:00 ya aparece el primer metraje sobre los momentos previos a su accidente, que se puede ver en el minuto 25:00, seguido de la reacción del propio Lee al vídeo.
