 Redacción @todocircuitoweb |
La suerte no estuvo del lado de Raúl Fernández en Mugello. El madrileño reaparecía en el campeonato tras haberse perdido la pasada cita de Le Mans a causa de una reciente intervención en el brazo para solucionar sus problemas de síndrome compartimental, y siendo el gran premio de casa de Aprilia, Fernández aspiraba a conseguir mucho más de lo que finalmente logró en un aciago fin de semana para el RNF Team.
El sábado, en la Sprint Race, el español no pudo entrar en la zona de puntos en una carrera a la que llegó algo tocado tras sufrir una dura caída durante los entrenamientos matinales. Y el domingo, en la prueba principal, Raúl volvió a quedarse fuera del top 15 aquejado de un malestar general que le llevó incluso a vomitar dentro del casco en plena carrera, lo que arruinó sus opciones de arañar algún punto en la cita de la Toscana.
Antes de abandonar el Circuito de Mugello, Fernández aseguró "estar muy contento con el estado de mi brazo" tras la última cirugía a la que se sometió hace ahora un mes. "Día a día sobre la moto me he sentido muy bien y hemos mejorado mucho. Pero el domingo, después de la caída del sábado, me he sentido muy mal en carrera", lamentó el español.
"Al principio estaba detrás de Maverick (Viñales) y Miguel (Oliveira), y estábamos alcanzando a Aleix (Espargaró) en algunas vueltas. No estoy seguro de por qué, pero a mitad de carrera empecé a sentirme mal, pero seguía intentando apretar más. En un momento de la carrera, me sentí muy mal, no estoy seguro si es por la caída o por algo que comí, pero vomité sobre la moto", desvela Fernández, a la postre 17º en Mugello.
"No sé si ha sido por un golpe de calor, o por la caída de ayer, que estaba tomando medicación esta noche para poder dormir, porque apenas he dormido, o por qué, he empezado a encontrarme mal, mal, mal, hasta el punto de devolver en la moto y de tener que frenar un poco", resume un Raúl Fernández que estuvo a punto de arruinarle el día al otro Fernández de la parrilla: "Casi me llevo a Augusto cuando me ha pasado, no veía casi dentro del casco. La visera iba un poco manchada".
El malestar de Raúl le acompañó desde primera hora; tras llevarse un duro golpe en la cabeza durante los entrenos del sábado, el piloto del RNF Team pasó mala noche, durmió muy poco y ya en el warm-up de 10 minutos se dio cuenta de que algo no iba bien: "Esta mañana cuando daba vueltas en la moto, en el warm-up, parecía Robocop, no podía moverme. Muy mal, sobre todo en la parte de las cervicales. Ayer, cuando llegué al muro, pegué fuerte".
Pese a su malestar general, Raúl no se planteó en ningún momento bajarse de la moto a pesar de que físicamente no estaba nada bien. "Ni de broma", respondió cuando le preguntaron por la posibilidad de no haber corrido en Mugello. "Hay mucha gente trabajando detrás nuestra, y eso es una falta de respeto", espetó el madrileño, añadiendo que "al final nos pagan para eso, y por muy mal que estés tienes que salir y dar la cara. Y es lo que he hecho".
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"Intenté terminar la carrera, pero ya no tenía fuerzas. En general mi cuerpo no estaba bien y me sentía muy cansado. MotoGP es muy competitivo ahora, si no estás al 100% no puedes hacerlo. Al final, estoy contento pero quiero pedir perdón al equipo. En Sachsenring volveremos a intentarlo. En Mugello ya me sentí muy bien y Sachsenring es una pista que me gusta", concluye un Raúl Fernández que, con sólo tres puntos en su casillero, todavía no ha podido demostrar su verdadero potencial sobre la RS-GP.
