 Redacción @todocircuitoweb |
Dani Pedrosa ha sido el último invitado en pasar por 'La Caja de DAZN', un espacio en el que cada invitado mantiene una charla relajada y distendida a medida que va sacando una serie de objetivos misteriosos que guardan relación con su pasado, recordando anécdotas y vivencias muchas veces desconocidas por el gran público.
El ahora comentarista del Mundial de MotoGP en esta misma plataforma toca diversos palos, entre ellos el del miedo y la angustia que sufren los pilotos cuando afrontan uno de los momentos más tristes y decisivos de su carrera profesional: su retirada. Dani atravesó esta fase a finales de 2018, cuando decidió colgar las botas después de casi dos décadas de vida dedicadas íntegramente a las carreras, un momento que el propio expiloto catalán define como "un precipicio" para el que nadie está preparado.
"Cuando dejas de correr hay un precipicio que tú no lo sabes", cuenta Dani al respecto. "A mí, por suerte, si me está viendo se reirá, me lo dijo Sete Gibernau, me dijo 'verás que será más de lo que te piensas'. Tú vienes de un proceso de estar saturado, necesitas esas vacaciones, después me dijo que no hay paracaídas para ese salto. Aun estando avisado, es un salto grande", recuerda un Pedrosa feliz con la vida que tiene ahora mismo.
La trayectoria de Dani ha estado marcada por sus éxitos, sus derrotas y también por los grandes nombres con los que se ha ido cruzando a medida que pasaban los años. Uno de sus mayores rivales, desde el CEV hasta MotoGP, fue Jorge Lorenzo, un piloto con el que sufrió varios encontronazos en pista que marcaron e incluso dividieron a muchos aficionados a las motos en España.
Pedrosa cuenta que "había momentos en los que se hablaba en este país por igual de MotoGP que de 250, porque estábamos picados", dice en referencia a su relación con Jorge cuando ambos luchaban por el título del cuarto de litro. "Veníamos picados, diciendo cosas el uno del otro, y luego eso se trasladó a MotoGP durante muchos años. Más en versión competitividad que rivalidad fuera de pista. Pero entre él y yo siempre ha habido el ver quién llega detrás del otro", recuerda Dani con cierta nostalgia.
Su relación actual con el #99 no tiene nada que ver con aquella enemistad que ambos exhibieron en público hace una década; de hecho, Pedrosa asegura que todo empezó a cambiar a partir de 2012, cuando ambos se jugaron el título de MotoGP: "¿El cambio? Un gran momento fue cuando luchamos por el mundial en 2012. Durante el año tuvimos una rivalidad muy fuerte, pero era de mutuo respeto. No sé por qué, yo al menos en mi caso, después de tantos años dándote castañas con la misma persona... dices 'también es bueno como yo', y te quitas el sombrero".
Las lesiones han estado presentes a lo largo de toda la trayectoria deportiva de Dani; entre fracturas y traumatismos, suma un total de 34 lesiones repartidas por todo el cuerpo: húmero izquierdo, la mayoría de dedos de ambas manos facturados, las dos muñecas rotas, ambas clavículas fracturadas en más de una ocasión... Abordando su evidente fragilidad física, Dani cree que "quizás haya algo en mi cuerpo que sea más frágil que otros", y recuerda la primera vez que empezó a contar las veces que se iba al suelo, pocas para el número de lesiones que luego sufría.
"No me caí muchas veces, lo llegué a calcular, yo me caía unas tres o cuatro veces por año, contando los test. Cinco o seis el que más. Lo calculé porque en esa época competía con Marc en el equipo, él se caía 30 veces. Yo me caía cuatro e iba dos veces al hospital. De esas 30, Marc pasó a lo mejor una vez (por quirófano). Y dices, 'siempre me toca a mí la china'", dice Pedrosa con cierto tono de amargura.
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Por último, el probador oficial de KTM revela cómo y cuando surgió la idea del apodo del 'Pequeño Samurái', un nombre que adoptó tras ver la película El Último Samurái protagonizada por Tom Cruise, quedando prendado de su mensaje: "El apodo me viene de la película. Salió esta 'peli', era 2004, yo estaba en 250, y fui al cine. Me siento, arranca la película y hay una imagen de Tom Cruise luchando, y de repente se corta la imagen y sale un tigre en toda la pantalla. Yo estaba congelado y me impactó tanto... me llamó mucho la atención la película por lo que transmite del valor y el honor. Desde entonces me interesaron mucho esos valores, y me he regido por eso. Además, yo estaba en Honda, que son muy así también".
