![]() @todocircuitoweb |
Los tres primeros grandes premios de la temporada han servido para confirmar que Yamaha sigue estancada. Durante los últimos test invernales, tanto Franco Morbidelli como Fabio Quartararo se mostraron satisfechos con los progresos realizados por la fábrica de Iwata en el motor L4 de la YZR-M1, un propulsor de cuyo desarrollo ahora se encarga Luca Marmorini, un ingeniero llegado del paddock de la Fórmula 1 con el único objetivo de darle más potencia a los pilotos de Yamaha.
Lamentablemente para los intereses de Fabio y Franco, la dupla de Iwata se ha dado cuenta de que el paso adelante que ha dado su fábrica sirve de poco ante los progresos que han conseguido el resto de marcas durante la pretemporada, y con el curso ya iniciado y sin posibilidades de trabajar en el motor, tanto el francés como el italobrasileño miran con preocupación hacia el futuro más inmediato.
En Austin, Quartararo ya dejó claro que, con la moto que tienen ahora mismo, Yamaha no puede pensar en luchar por el título frente a la velocidad de las Ducati, las Aprilia y ahora también las Honda, con un Alex Rins que parece haber dado con la tecla para ser rápido sobre la RC213V, a menos que lo visto en Austin sea sólo un espejismo.
'El Diablo' explicó en el COTA que, a día de hoy, "frenar es el único punto en el que puedo ganar algo" a la hora de progresar en carrera, y eso le obliga a "ir siempre al límite, y tarde o temprano te equivocas y acabas en el suelo", tal y como le sucedió en la Sprint Race del sábado.
Con esta Yamaha, Fabio sólo puede ser rápido si puede hacer sus trazadas con naturalidad, algo impensable cuando tiene delante a varias Ducatis: "Lo más frustrante es que tengo velocidad cuando voy sólo en la pista, pero si voy detrás de una Ducati, no puedo hacer nada. Siempre desaparecen al acelerar. Si voy solo, tengo ritmo, pero si voy detrás de una Ducati, es imposible".
A diferencia de la Ducati o la Aprilia, la Yamaha M1 no monta tantos alerones ni apéndices en sus carenados; el motivo es fácil de entender: al tener menos potencia que sus rivales, los ingenieros de Iwata no pueden correr el riesgo de aumentar la carga aerodinámica y, de ese modo, frenar todavía más su velocidad, y eso es otro punto en contra que perjudica a sus pilotos: "Me doy cuenta cuando voy detrás de otros pilotos, cuando ellos aceleran tienen mucha tracción, mientras que la M1 tiene tendencia a hacer wheelies. Las otras motos son cohetes, llenas de alerones por todos lados. Si nosotros también los tuviéramos, seríamos demasiado lentos, nos falta potencia", argumenta Fabio.
Pensando en el futuro más cercano, el francés no se muestra muy optimista; el 1 de mayo hay un test programado en Jerez donde Yamaha traerá algunas novedades, pero Quartararo duda que estas piezas sirvan para darle la vuelta a una situación que ya se alarga demasiado en el tiempo: "En los últimos cuatro años no ha habido grandes avances por parte de Yamaha, este último invierno ha sido el único en el que han hecho cambios importantes. Dentro de poco habrá otro test, pero no creo que haya grandes novedades".
¿Cambiar a un V4 sería la solución? Yamaha es la única fábrica que todavía sigue apostando por una configuración en línea frente a los motores V4 que montan Ducati, Honda, Aprilia y KTM. Suzuki, desaparecida a finales de 2022, era de las pocas fábricas que todavía usaban un L4, pero a diferencia de Yamaha, sus ingenieros fueron capaces de obtener un rendimiento que prácticamente igualaba el de los V4, algo que todavía no han conseguido en Iwata.
Leer también: Si tienes 3000 euros ahorrados, puedes rodar en el rancho de Valentino Rossi
Fabio cree que "necesitamos un gran cambio, y algo así no es fácil, ya no que hablamos de una pieza o un escape", aunque la idea de ver un motor V4 en la M1 le resulta difícil de pensar porque, argumenta, "tendríamos que empezar de cero y enfrentarnos a rivales que ya tienen mucha experiencia con este tipo de motor. Nos llevaría años llegar a su nivel. Nunca he llevado un motor V4, así que no puedo pedir algo que nunca he probado. Pero no creo que este sea el plan de Yamaha de cara el futuro", sentenció el galo, preocupado por el rendimiento de una moto que sigue en clara desventaja frente a sus rivales.