 Por John Fernández @johnnyfumi |
En el box de Yamaha se vivieron dos situaciones diametralmente opuestas el sábado. A un lado, Franco Morbidelli sonriendo a más no poder; había recuperado la esperanza con la carrera al sprint. Y al otro, Fabio Quartararo enfadado y melancólico al que incluso le vimos quitarse los guantes de mala manera mientras maldecía el resultado.
Morbidelli ya venía avisando durante todo el fin de semana, con mejores tiempos que los de Quartararo, cuando la fórmula bien venía siendo al revés. Desde los libres, pasando por la clasificación y el sábado de carrera al sprint, el italo-brasileño fue superior a su compañero de box en todo momento. “Algo que necesitaba mucho, estoy lleno de alegría”, decía al pasar 4º ayer por la línea de meta.
“Fue hermoso”, narra Morbidelli sobre su aventura en la carrera al sprint. “Tuve un buen comienzo, pero estaba un poco emocionado y había un parche húmedo en el medio de la primera curva, me asusté y perdí la primera posición. Luego pude recuperarme y volver a estar en cabeza durante un par de vueltas: fue una sensación increíble”, expresa el piloto oficial de Yamaha.
Sentía que sobre la M1 “tenía menos potencial que las Ducati, traté de hacerlo lo mejor posible y traer a casa el mejor resultado. Termine 4º, efectivamente lo hemos hecho porque el equipo se lo merece. Estas actuaciones son gasolina para mí y el equipo”.
Morbidelli agradece a su equipo la hazaña: “Ha sido gracias al equipo y al ingeniero Marmorini (ndr. Luca Marmorini, nuevo jefe de desarrollo de motores en Yamaha) que han mejorado el motor, les aplaudo. Este año hemos mejorado, pero aún hay áreas por arreglar. Ahora es más difícil adelantar y eso es bueno, normalmente era al revés. Tenemos una buena base para construir, pero tengo que mantener los pies en el suelo. Si podemos ser rápidos en Austin también, entonces podremos avanzar”.
Estuvo en plena lucha contra sus compañeros de la VR46 Riders Academy, Marini y Bezzecchi y fue como volver al Rancho, dice: “Era como en el Rancho. Siempre luchamos mucho y somos muy buenos amigos, no tenemos miedo de llamarnos y hablarnos claro. Somos un buen grupo y eso se refleja en la pista, en la forma en que luchamos entre nosotros y con los demás”.
Al otro lado del box la cara de Quartararo era un poema. “La clasificación no fue bien”, admitía. “En la Q1 no esperaba ir tan rápido en mojado de inmediato, pero luego, cuando comenzó a secarse, fue una pesadilla. En carrera no tuve buen comienzo, nos falta algo en algunas parte. En la primera mitad de pista pierdo mucho”, sentenciaba.
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Dice que compartirá y se fijará en la telemetría de Morbidelli, por si eso pudiese solucionar algo: “Será útil para el domingo, ya miré los datos y noté un par de cosas extrañas. Por ejemplo, frené más, pero la moto frena menos. Es interesante. Franco y yo tenemos estilos de pilotaje totalmente diferentes y en pistas donde hay poco agarre, él siempre es rápido”.
