 Redacción @todocircuitoweb |
Iker Lecuona está disfrutando como nunca de su condición de piloto de fábrica en el WorldSBK junto a Honda, especialmente después de su amargo paso por MotoGP dentro de las filas del Tech 3 KTM. El piloto valenciano llegó a la categoría reina del mundial de motociclismo casi de rebote, fruto del divorcio entre Johann Zarco y KTM en pleno 2019, una decisión que finalmente obligó a Hervé Poncharal, propietario del Tech 3, a modificar su dupla de pilotos para 2020 a última hora.
Poncharal fue, además de jefe de Lecuona, un gran aliado del piloto español dentro del Tech3; al team mánager le habría gustado darle más tiempo al valenciano dentro de su estructura, pero KTM es quien tiene la última palabra a la hora de formar el box del equipo galo, y cuando los austriacos decidieron subir a Remy Gardner y Raúl Fernández a MotoGP de un plumazo, tanto Lecuona como Danilo Petrucci fueron los dos grandes damnificados.
En una entrevista recogida por Crash.net, Poncharal explica que, en un principio, su equipo para 2020 "estaba formado por Brad Binder y Miguel Oliveira", pero cuando Zarco dejó KTM a mediados de 2019, "se decidió que Brad Binder no estaría con nosotros al siguiente año y reemplazaría a Zarco", una noticia de la que Poncharal se enteró "en Phillip Island, por lo que me quedé sin piloto muy tarde".
Hervé tuvo que buscar a otro joven talento que reemplazara a Brad Binder, y entonces se fijó en Iker Lecuona: "Me dije: 'Me gustaría apostar por ese joven piloto: Iker Lecuona'. En KTM estaban un poco asustados, pero dije: '¡Oye, ya te llevaste a Brad! ¡Dejame hacerlo!' Iker se lo merecía", recuerda ahora entre risas.
Poncharal quedó impresionado por la velocidad del español en su debut en Valencia 2019, y aunque no acabó la carrera por una caída, el directivo francés asegura que "el potencial estaba ahí" porque "Iker es un piloto muy rápido, tiene mucho talento, es una bestia y puede dominar muchas motos, incluida una MotoGP".
Tras un 2020 de aprendizaje, llegó la temporada 2021, un curso que no empezó nada bien para Lecuona, incapaz de sumar más de un punto en las cuatro primeras carreras. Sus malos resultados en la primera mitad del año fueron decisivos para quedarse sin asiento en el Tech 3 con vistas a 2022, sobre todo viendo el dominio que Remy Gardner y Raúl Fernández estaban exhibiendo en Moto2, ambos con un ticket de acceso directo a MotoGP bajo el brazo.
"2021 fue una temporada un poco decepcionante para Iker en comparación con 2020", cuenta Hervé Poncharal. "Y estaba la posibilidad de subir a los pilotos que iban primero y segundo en Moto2. Hubo muchas discusiones y se tomó la decisión. Eso no quiere decir que nadie confiara en el potencial de Iker. A veces hay que tomar una decisión, para bien o para mal. Esa fue la decisión y, por supuesto, si abres un hueco en Moto2, entonces es más fácil para Acosta ascender y para los jóvenes pilotos ocupar su lugar en Moto3".
Cuando Poncharal supo que Lecuona no tendría sitio en su equipo más allá de 2021, hizo todo lo posible por encontrarle un buen asiento a u piloto. En MotoGP ya no quedaban motos disponibles, así que no dudó en alabar a Lecuona cuando Alberto Puig le contactó para valorar su fichaje en otro paddock mundialista, el de Superbikes.
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"Hablé con Alberto Puig en Silverstone y me preguntó muchas cosas sobre Iker", explica Poncharal. "Sinceramente, le dije solo cosas buenas, incluido que yo firmaría a Lecuona si fuera él. Si Iker no se hubiera unido a MotoGP, no creo que hubiera tenido esa oferta. Así que estoy muy feliz de haber puesto a Iker Lecuona en el radar", sentencia Poncharal con cierto orgullo.
