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La temporada 2023 es el inicio de uno de los periodos más complicados para Yamaha, que no tendrá ningún equipo satélite sobre la pista y todo dependerá de la escudería oficial formada por Fabio Quartararo y Franco Morbidelli. Con muchas dudas en el aire, el 2022 evidenció que los japoneses tienen un serio problema en el desarrollo de su moto.
En Yamaha ya están pensando las posibilidades existentes para volver a contar con un segundo equipo. Recientemente, se ha rumoreado la posibilidad de que la estructura de Valentino Rossi podría cambiar de marca y unirse a Yamaha, aunque desde el equipo italiano no han dudado en responder de manera tajante y han afirmado que su intención es terminar el contrato que les vincula con Ducati hasta finales de 2024.
En unas declaraciones de Lin Jarvis concedidas a tmcblog, el director de Yamaha MotoGP ha querido hablar sobre lo sucedido con la firma japonesa y reconoce que no lo tendrán fácil para tener un equipo satélite la próxima temporada: “Este año estaremos sin un equipo satélite. Por un lado, no creo que sea un gran déficit, porque nos permitirá centrarnos únicamente en las motos de fábrica. Realmente necesitamos asegurarnos de tener una moto que sea completamente competitiva para esta temporada y para el futuro, 2024 y 2025”.
El de Yamaha ha afirmado que la intención de los de Iwata es tener un nuevo equipo satélite, pero para ello, tendrán que solucionar algunos problemas que no se esperaban y que están dificultando todos los planes que se habían marcado inicialmente: “Nos gustaría volver a tener un equipo satélite, de eso no hay duda. Es complicado explicar las oportunidades y los obstáculos que enfrentamos. Pero si podemos resolver algunos de los obstáculos, podríamos considerarlo para 2024. Si no lo conseguimos, estoy bastante seguro de que en 2025 tendremos de nuevo un equipo satélite. Veremos a ver qué pasa".
La preocupación en la fábrica sobre el rendimiento de la M1 es un hecho. Durante la presentación oficial del Monster Energy Yamaha MotoGP celebrada en Yakarta el pasado martes, el presidente de Yamaha Racing, Takahiro Sumi, ha admitido que existen algunos problemas con el motor de la M1, que no ha dado los resultados esperados inicialmente y que ha hecho que los pilotos se hayan alarmado antes de tiempo.
Los test de Valencia evidenciaron que algo no iba bien en la moto de 2023, de ahí las quejas de todos sus pilotos nada más bajarse de ella. Sumi ha reconocido que han estado trabajando para intentar solucionarlo, y parece que han encontrado algunas mejoras: "Desafortunadamente, el resultado en el test de Valencia fue algo diferente de lo que esperábamos. Después de eso analizamos mucho sobre las razones. Así que ahora todo está claro y estamos más preparados para el Test de Sepang”.
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Desde Yamaha han querido tranquilizar a los pilotos y seguidores, afirmando que se decepcionaron cuando vieron los problemas que estaban teniendo y que no dudaron en ponerse a trabajar para mejorar en algunas áreas, y ya están pensando en los test de pretemporada que se celebrarán en unas semanas en Sepang: “Fue algo que decepcionó a los pilotos después de Valencia… pero ahora entendemos más y estamos más preparados para Sepang”, concluía Sumi.