![]() @johnnyfumi |
El desencanto general de los pilotos con Honda es más que evidente, sin obviar en particular el que Marc Márquez se ha atrevido a mostrar tímidamente en los últimos compases del año. El prototipo de lo que vio en Cheste no pareció engatusarle demasiado, y se fue de allí con cara larga.
El binomio español-japonés se ha saldado con seis campeonatos mundiales y una cierta confianza sobre la que Marc ya se ha escudado para dar retirados toques de atención a los japoneses. El contrato del español le vincula a la fábrica hasta finales de 2024, momento en el que quedará libre, y su decisión pende de un hilo que le separa de dos temporadas.
Lejos de ser un rumor, las palabras de Marc ya han dejado patente que el órdago, o ultimátum, llámese como quiera, está ahí. En cualquier caso, ya está lanzado. No hay runrún que valga: si Honda no le da una moto ganadora, ya ha dicho que se quiere ir.
Ahora señala a Autosport que su intención es quedarse con la marca del ala dorada porque siente “un gran respeto por Honda, porque la forma en que durante estos dos años que estuve lesionado, la forma en que hablamos, la forma en que me cuidaron fue especial”.
Lejos de haberse granjeado el respeto de Honda y viceversa, ahora, dice, "su mente solo está en volver a lo más alto con Honda”, pero vuelve a dejar el mensaje de siempre en el aire: “Luego, por supuesto, si no puedo, porque siento que no tengo las herramientas, intentaré encontrar lo mejor para mí”. O, lo que es lo mismo, otro destino.
Confirma que “es algo que ya les he dicho” y que bajo la premisa de “ganar campeonatos”, comenta que “es lo que buscaré en el futuro”, añadiendo un punto más a favor de los japoneses: “En los contratos pasados les respetaba mucho y Honda siempre tenía la primera opción, y yo no hablaba con nadie, sólo con Honda. Entonces, si tienes el respeto de ellos, ellos te respetarán a ti. Si no tienes su respeto, no te respetarán”.
Reitera el 93 que deja la puerta abierta en el futuro: “Así que sí, para el futuro ya veremos, nunca se sabe”, recalcando que su “sueño es seguir con Honda”, pero que tiene otro todavía mayor a ese: “Ganar campeonatos”.
A todo esto hay que añadirle el contexto por el que está pasando la fábrica, y que el 93 expresó este mismo verano: “Honda no está perdida, pero está en un momento en el que sería muy fácil entrar en pánico. Cuando entras en un momento así en una empresa como Honda se toman decisiones en caliente y rápido que te puedes arrepentir. Lo bueno es que no hay nadie en el equipo que tenga una venda en los ojos”.
Leer también: Triumph y su motivo para no quedarse la plaza de Suzuki en MotoGP
El futuro solo está en manos de una Honda RC213V que ya está en el horno y que podremos ver por primera vez en el test de pretemporada de Sepang y luego en Portimao, a principios de febrero y marzo.