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Si Cal Crutchlow ha sido una de las piezas clave de Yamaha a lo largo de 2022, el trabajo del piloto británico será todavía más importante de cara a 2023, la primera temporada en la que la fábrica de Iwata sólo desplegará dos prototipos en pista después de que el RNF MotoGP Team decidiera cambiar de aires y apostar por Aprilia.
Este año, Crutchlow ha tenido un curso de lo más movido; antes de que Andrea Dovizioso decidiera bajarse de la moto tras la cita de Misano, Yamaha sólo había programado un wildcard para el piloto de Coventry, previsiblemente en su cita de casa, Motegi.
Sin embargo, la inesperada decisión tomada por Dovizioso obligó a los de Iwata a reorganizar todo el programa de pruebas de Cal, subiéndole a la moto del italiano en las seis últimas carreras de 2022 y reubicando en el calendario las pruebas que Yamaha quería realizar en privado junto a Crutchlow con material de 2023.
Crutchlow puntuó en cuatro de las seis carreras que disputó, alcanzando en Malasia su mejor resultado con una 12ª posición. El hecho de coincidir su regreso a MotoGP con el arranque de la gira asiática permitió a Cal ponerse rápidamente las pilas con varias carreras consecutivas, un ritmo que le permitió afrontar las últimas citas con velocidad y con la esperanza de optar a un top 10.
En conversación con Crash.net, Crutchlow cree que para él fue "una suerte" haberse incorporado al campeonato después de haber completado un par de test, entre ellos el oficial de Misano. Esto le permitió "estar al día" cuando reapareció en Aragón, y aunque necesitó muchas vueltas para recuperar el feeling propio de un piloto en activo, al final le devolvió a Yamaha toda la confianza que habían depositado en él.
De cara a 2023, Cal no sabe qué ocurrirá en términos competitivos. De momento, se limitará a "hacer los primeros test" y después "dar mi 100% como siempre lo hago. Y Yamaha lo agradece. Por eso vinieron y me pusieron a hacer el trabajo, porque sabían que agarraría el toro por los cuernos. No hay que andarse con tonterías, si vas a hacer un trabajo, tienes que hacerlo bien y darles un feedback directo. Si algo es bueno, le diré que es bueno. Si creo que es basura, se lo diré"
Con sólo dos motos en pista, el trabajo que Crutchlow hará entre bastidores a lo largo de 2023 será decisivo para que Yamaha siga dando pasos adelante. Tal y como dijo Dani Pedrosa hace poco, un probador necesita competir de forma ocasional para entender cómo se desarrollan las carreras en la actualidad y mejorar su participación en el desarrollo de la moto, y aunque para Cal resulta "una pesadilla" hacer wildcards ocasionales, sabe que es parte de su trabajo.
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"Ya veremos qué ocurre el próximo año", responde a la pregunta de qué planes competitivos tiene Yamaha para él en 2023. "No quiero volver y hacer un wildcard aquí y allá el próximo año porque es una pesadilla. Sin embargo, estas seis carreras no han sido tan malas porque he estado rodando constantemente, de un fin de semana a otro. Pero si haces un wildcard y luego esperas seis meses para el siguiente, después tal vez otros dos meses... para mí, eso es muy difícil de hacer", reconoce Cal, un piloto que hace poco más de un mes cumplía 37 años.