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Álex Márquez aparcó la Honda RC213V para saltar al box de Ducati con una sonrisa de oreja a oreja, como bien se pudo comprobar en los test de Cheste. Significativa es la frase que deja el pequeño de los Márquez en Speedweek: “No pregunté si podía quedarme con la moto para colocarla en el salón”, dijo en tono de broma.
Un reflejo del deterioro competitivo que ha sufrido la marca del ala dorada en estos últimos años en lo que a números se refiere. Sin embargo, Álex se muestra plenamente agradecido a los japoneses, diciendo que “no, no es una mala relación” la que ha mantenido con ellos durante estos tres años de competición, añadiendo que “siempre ha habido una buena relación” y que “nunca hubo ningún problema”.
Sin embargo, argumenta que “no es lo mismo estar en un equipo de fábrica o en un equipo satélite” porque dice que “las piezas nuevas siempre llegan un poco más tarde al equipo satélite, y si tienes una moto con muchos problemas, se nota mucho”, un problema que ha acusado en numerosas ocasiones en su etapa en MotoGP.
A pesar de los resultados, para el #73, “mi relación con Honda siempre será buena, estoy muy agradecido de que me hayan dado la oportunidad de subir a MotoGP, también gané con ellos en Moto3”, dejando abierta la puerta para el futuro: “Nunca se sabe lo que sucederá en el futuro. Siempre hay que estar agradecido”.
Con la RC213V “nunca me he sentido cómodo este año”, revela el piloto español, y que, “si tienes buen grip, es bastante buena moto, pero si falta agarre, la sensación es muy mala”, justificando que “no es un estilo de pilotaje que puedas disfrutar”, pues añade que “es una moto difícil siempre tienes que esforzarte al máximo, y sabemos quién es el único piloto que puede hacerlo”, en referencia a su hermano Marc.
Otra cuestión que aborda Márquez es su forzado traspaso del equipo oficial al equipo satélite, al LCR, a finales de 2020. ¿Cuán diferente hubiese sido su trayectoria de haber continuado en el Repsol Honda Team si los ejecutivos no le hubiesen mandado allí? En el LCR no pudo repetir los dos podios que firmó entonces, ni siquiera acercarse a ellos.
Ahora dice que, “para ser honesto, realmente no estaba de acuerdo con la decisión en ese momento” pero que “les respeté y entendí la posición de Honda”, a pesar de que “fue una decisión difícil para mí, no me sentí muy útil en LCR para Honda, no para el equipo, sino para Honda. Ha habido muchos días allí que me he dicho a mí mismo, 'está bien, no puedo ayudar'. Fue un poco difícil, pero así son las cosas”, sentencia.
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Por contrato, todavía no ha podido revelar las sensaciones detalladas que ha tenido a bordo de la Desmosedici GP22, pero su cara fue más que descriptiva después del test oficial en el Circuit de Valencia.