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En varias ocasiones hemos escuchado decir a Valentino Rossi que duerme con una Yamaha M1 en su habitación. Una decoración con la que prácticamente cualquier aficionado a las dos ruedas soñaría. Sin embargo, hasta ahora nunca habíamos visto las buenas vistas con las que se levantaba cada mañana.
Hasta hoy. La leyenda italiana ha publicado en sus redes sociales una foto con su hija, aun bebé, que nació el pasado 4 de marzo en la localidad italiana de Urbino. Más allá del despertar con su retoño, a los verdaderos aficionados les ha impresionado lo que se ve de fondo: una M1 pegada a los pies de la cama en su habitación.
Levantarse y ver la M1 con la que conquistó el mundial en la temporada 2004 debe ser una experiencia única. Literalmente, en la foto se puede comprobar cómo tiene a la moto de la fábrica japonesa a los pies de su cama.
En la foto publicada en Instagram por el propio Rossi, el 46 añade el comentario: “On Board camera”, un documento gráfico que ya goza de más de 380.000 ‘me gusta’ en la red social.
Su retiro, ahora entre algodones, le ha permitido tener una hija a mediados de este año. Su mayor premio después de nueve campeonatos del mundo. Giulietta es el nombre de su hija, y cuya madre es Francesca Sofía Novello, modelo y pareja de Rossi. Sin embargo, no sigue desligado de las motos, ya que este mismo fin de semana vuelve a acoger los famosos 100 Km dei Campioni en su rancho de Tavullia.
Esa moto no es otra que la ganadora del mundial de 2004-2005: la Yamaha YZR-M1 del Team Gauloises Fortuna N 46. Una máquina con mucha historia detrás con la que Rossi consiguió su sexto campeonato mundial, el tercero de la recién estrenada categoría de MotoGP (que empezó en 2002, y que ganó desde entonces, y hasta 2005).
Aquel año, con esa moto, la llegada de Rossi a Yamaha en 2004 le dio a la fábrica de Iwata su mayor salto competitivo en años. La permanente batalla con Honda hizo que esa M1 adoptase una configuración de motor de cuatro cilindros en línea, más tradicional que el V5 de Honda.
Una moto muy trabajada y especial, en la que probaron diferentes configuraciones de calado del cigüeñal para conseguir más potencia, nuevas culatas de cuatro y cinco válvulas por cilindro, con un bastidor clásico de doble viga de aluminio superpuesto al motor en lugar de abrazarla. Una peculiar moto con un centro de gravedad muy bajo y con una increíble tracción.
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Rossi ganó el primer GP de la temporada en Sudáfrica, y durante el resto del año retuvo el título con una moto que resultó todo un éxito y que Yamaha decidió ceder al italiano para su colección privada, aunque sin el motor de 4T, 990 cc y más de 250 cv que ofrecía. Una costumbre por parte de las marcas al entregar las motos a sus pilotos.