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 Por John Fernández @johnnyfumi |
El Circuit Ricardo Tormo de Valencia ha sido testigo de grandes hazañas para muchos pilotos del Mundial año tras año. Y esta temporada volverá a pasar con el duelo Bagnaia-Quartararo. Allí hemos visto coronarse a todo tipo de campeones. Este 2022 se cumplen nada más y nada menos que 16 años de una de las hazañas más recordadas de este campeonato: el duelo Rossi-Hayden que parecía claramente favorable hacia el #46, y que, finalmente, se acabó llevando el propio Kentucky Kid.
16 años de esa foto que dio la vuelta al mundo de Nicky Hayden llorando descosido sobre su RC211V recién campeona del mundo, sosteniendo la bandera estadounidense y siendo abrazado por un miembro de HRC. Una foto que pasó a los anales de la historia en el motociclismo.
Detrás de ella hubo una carrera de lo más acelerada y vertiginosa, de las que ponen el corazón en un puño... Y el protagonista de esa toma bien podría haber sido Valentino Rossi, como casi todas las apuestas hubiesen firmado en aquel octubre del 2006.
Dos semanas antes, el piloto italiano recuperó el liderato después de que Dani Pedrosa, por entonces compañero de Hayden en el Repsol Honda Team, le tirase en Portugal. Las cosas se apretaron tanto que Rossi tan solo le sacaba 8 puntos al estadounidense antes de empezar aquella carrera... Lo tenía fácil, e incluso Hayden mantuvo en secreto -por una lucha psicológica- que esa carrera salía a pista con un hombro roto y una placa torcida como consecuencia del incidente con Pedrosa dos semanas atrás. No quería parecer débil y que Rossi ganase puntos mentales.
El Kentucky Kid siempre sonreía. "¡Es una oportunidad increíble, hombre! Voy a por todas, hay 130.000 aficionados y no queda una sola butaca libre", le espetó al comentarista antes de que la carrera diese el pistoletazo de salida. En esa misma línea de salida, Hayden partía 5º, y Rossi, desde la pole, pero poco tardó el #69 en poner toda la carne en el asador... A la primera vuelta ya era 4º y Rossi seguía 7º. Aunque eso le valía al italiano para ser campeón del mundo.
30 vueltas de carrera que Hayden supo gestionar muy bien, y en las que recordamos como si fuese ahora, estuvo ágil para adelantar a otros pilotos como Casey Stoner o Loris Capirossi: ya era segundo, mientras, Rossi seguía estancado en la 7ª plaza. La sorpresa llegaba en la quinta vuelta, cuando la Yamaha del italiano se iba a la gravilla ante un excitado público. Tocado, pero no hundido. Esta es una de las tomas que más se recuerdan de aquel año:
2006 saw last-minute championship drama! 🤯@ValeYellow46's last race crash saw the title go the way of Nicky Hayden! 🏆
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) October 31, 2022
It's never over until it's over! 👊#ValenciaGP 🏁 pic.twitter.com/wP0GpG8t4o
El ADN de Rossi no reconocía la derrota, así que volvió a montar su Yamaha, pero no le fue suficiente para alcanzar a su contrincante. Bajo una estrategia conservadora, Hayden pasó tercero la línea de meta, llevándose el Mundial que tanto soñó desde su tan rememorada infancia en Owensboro. El italiano terminó 13º, a solo 5 puntos del estadounidense, en uno de los espectáculos más dignos y recordados del Mundial de MotoGP.
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De hecho, estas últimas semanas no se paran de encontrar comparaciones y coincidencias de lo que allí sucedió hace 16 años con lo que podría pasar este año entre Pecco Bagnaia y Fabio Quartararo. Las cosas habrán cambiado; las motos serán diferentes y el estilo de pilotaje no es, ni por asomo, idéntico... pero la esencia y la llamada de la competición se mantiene más viva que nunca.
Es cierto que la diferencia a favor de Pecco es mucho más abultada de la que gozaba Rossi entonces -23 puntos sobre Fabio, Valentino gozaba de 8 a favor sobre Hayden-, pero si hay algo que ha demostrado Cheste a lo largo del tiempo es que un título no se decide hasta el banderazo a cuadros.
