 Por John Fernández @johnnyfumi |
Es un hecho que Suzuki ya pasará a los anales de la historia del motociclismo. Cuando parecía encontrarse en buena forma competitivamente hablando, su retirada ha supuesto un pelotazo importante en el paddock. Entre los damnificados, Alex Rins, que quiere guardar un precioso recuerdo de la última etapa de la fábrica de Hamamatsu en el Mundial de MotoGP, un hecho que, aunque ahora veamos cercano, con el paso del tiempo supondrá un hito después de haber coronado campeón a Mir en 2020.
Así, la última máquina de competición de los japoneses en el Mundial será la de Alex Rins y su compañero de equipo, Joan Mir, la Suzuki GSX-RR. Pues el propio Rins se quiere llevar esta última joya irrepetible al salón de su casa, algo que ya han hecho otros pilotos con anterioridad. Valentino Rossi, por ejemplo, se llevó una de las Yamaha M1 con la que fue campeón del mundo de MotoGP, y Rins quiere hacer lo propio.
No es el primer antecedente que tenemos; Suzuki ya regaló a Rins una de las motos con las que compitió en MotoGP en la temporada 2020, una unidad fácilmente reconocible por llevar las pegatinas del centenario de la firma de Hamamatsu además del tono rojo que se puede apreciar en el interior de la toma de aire delantera. Pero ahora quiere ir un paso más allá.
Se quiere llevar la última moto de recuerdo. Y Suzuki no ha dicho que no, pero con una condición al piloto catalán, y es que tendrá que pagar por ella si se la quiere llevar. "La he pedido, la he pedido, pero ya me dijeron que esta es de pago", ha comentado el barcelonés al respecto. El español está dispuesto a ello.
De hecho, se toma con cierta sorna la respuesta, asegurando que "a plazos y en cómodas cuotas", y que, si tiene la oportunidad, la comprará: "Si tengo la oportunidad, sí". La pregunta es, ¿cuánto estaría dispuesto a pagar Rins por la GSX-RR de esta última temporada 2022? "Depende de si arranca o no arranca, de verdad".
Tal y como explica el piloto, esa moto con la que compitió en MotoGP en 2020, no arranca: "La que tengo en casa de 2020, por acabar tercero el campeonato, no arranca". Así que le consultó al máximo responsable de Suzuki en el Mundial de MotoGP, Shinichi Sahara, si podría llevársela, a lo que este respondió: "A Sahara ya le dije que me gustaría que, tal cual acabara la carrera de Valencia, subiera al motorhome, pero me dijo que no podía ser y que tenía que pasar por Japón".
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Un último baile espera todavía a Rins con la GSX-RR tan deseada en el Gran Premio de Valencia, después de haberse coronado ganador recientemente en Phillip Island, y haber llegado al top 5 en Sepang. El año que viene competirá al manillar de la Honda RC213V del LCR Team, y nada más le gustaría a Rins que llevarse la última moto de su etapa en Suzuki para hacerle compañía a la que ya tiene en el interior del salón de su casa en Andorra.
