 Por John Fernández @johnnyfumi |
Sin duda, uno de los acontecimientos del fin de semana en el Gran Premio de Tailandia era el regreso temporal de Danilo Petrucci. Dibujado como uno de los pilotos más carismáticos de todo el paddock, el de Terni se subía a la GSX-RR del Team Suzuki Ecstar. La moto sigue sorprendiendo al piloto italiano, reivindicando un excelente paso por curva y tumbada de la moto, pero sus resultados están lejos de ser competitivos.
Y es que mañana, el sustituto de Joan Mir partirá desde la última plaza de la parrilla en el Circuito Internacional de Chang en Buriram. Una moto nueva y un circuito demasiado exigente han lastrado al subcampeón del MotoAmerica Superbike 2022, que también achaca un terrible cansancio en estas últimas semanas llenas de acción.
Sin embargo, su papel no deja de ser temporal y no debe rendir cuentas al equipo. Por ello, se muestra tranquilo y con un tono jocoso.
"Hoy me di cuenta de que necesitas tener un muy buen conocimiento de la moto para atacar el tiempo de vuelta", comienza diciendo el piloto sustituto. Y aunque no hace año de su retiro todavía, dice que "todo es nuevo y al principio fue casi chocante". En la Q1 no se veía tan mal en lo que a tiempos se refiere, y al volver al box, batacazo: "Sentí que hice la vuelta perfecta, pero paré en el 1:31.6. 'Joder', me dije. Mi objetivo no era acabar último, no lo conseguí por unas décimas", dice.
"¿Lo siento? No", comenta un sincero Petrux. Su ritmo no es el mejor, pero "confía en que no estamos lejos de los pilotos que nos preceden y que han estado en la pelea mucho más tiempo que yo. Mañana no me importaría que lloviera ya que mi condición física es terrible".
Y es que, a colación de ello, dice que se siente "muy cansado a pesar de haber tenido la oportunidad de descansar". Su nivel de preparación y entrenamiento es muy distinto al de MotoGP, y es que "en Superbikes el nivel de las motos de producción en cuanto a frenada, aceleración y velocidad en curva no es el mismo que en MotoGP", así como los entrenamientos a los que se somete.
Tampoco parece muy contento con el circuito de Buriram, que ya "sufrió" en MotoGP: "El peor lugar para venir. Esta pista me puso a prueba en 2018-19 cuando estaba en forma, y mucho menos ahora que hace un año que no corro en MotoGP con una preparación física diferente. Por suerte o desgracia, no me juego el campeonato".
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Eso sí, se muestra sorprendido con la GSX-RR de la fábrica de Hamamatsu porque "te permite mantenerte en el ángulo de inclinación máximo, cerca del piano y tener una gran velocidad", una moto que necesita a un piloto "fluido y menos angular al conducir", nada comparado "con lo que he montado anteriormente porque tenía una frenada fuerte, la Suzuki no".
