 Redacción @todocircuitoweb |
Parece el cuento de nunca acabar, y es que Joan Mir afronta un nuevo gran premio de motociclismo sin que sepamos oficialmente cuál será su futuro más allá del próximo 31 de diciembre. El piloto balear aterriza en el Red Bull Ring, una pista en la que tradicionalmente ha sido rápido -subió al podio en 2020 y 2021- y en la que confía conseguir un buen resultado después de un año desastroso para el #36, que sigue sin pisar el cajón de honor tras haber completado las primeras 12 carreras de la temporada.
Mir tiene ganas de pasar mañana viernes por la nueva chicane que ahora divide la larga recta que antes unía las dos primeras curvas del trazado austriaco, una variante introducida por los responsables del circuito para evitar accidentes como el que sufrieron Johann Zarco y Franco Morbidelli hace ahora dos temporadas y que algunos pilotos no terminan de ver buenos ojos.
"Todavía no he podido ver la nueva chicane en directo, sólo en fotos", decía este jueves Joan Mir en Austria durante su rueda de prensa. "La primera impresión es que el circuito será menos divertido que antes, porque la curva 3 era muy bonita, una curva que no volveremos a ver en el calendario. Cambiar de dirección mientras frenas era genial, pero es cierto que la curva también era peligrosa. Con esta chicane se deberían evitar accidentes como el de 2020".
Al igual que ocurrió con Suzuki en 2020, Aprilia está siendo este año la fábrica revelación del campeonato gracias a la constancia y velocidad de Aleix Espargaró y también al resurgir de un Maverick Viñales que ya lleva dos carreras sin bajarse del podio. Cuestionado sobre la RS-GP, Joan Mir cree que, viendo la moto desde fuera, "su aerodinámica es muy buena, además la Aprilia genera mucho grip, y saben usarlo bien. Para nosotros esto último no resulta tan sencillo, y es algo muy importante", lamenta el español, que este año está acusando una notable falta de agarre en la mayoría de carreras.
Sin podios y con sólo ocho puntos sumados en las tres últimas carreras, Joan Mir necesita más que nunca acabar en el cajón del podio para animar su moral y también la de un equipo que está en horas bajas tras anunciar en el mes de mayo su adiós a MotoGP: "Siempre necesito buenos resultados, siempre doy el 100 %, pero no es fácil en la situación con la retirada de Suzuki. Realmente no puedo disfrutar igual sobre la moto o fuera de los circuitos. No estamos en una buena situación como equipo", lamenta el dorsal #36.
Joan y su mánager están cerrando los últimos flecos del acuerdo que le vinculará al Repsol Honda Team en 2023, un fichaje que la marca del ala dorada anunciará de manera oficial cuando KTM confirme públicamente el regreso de Pol Espargaró: "Estamos muy cerca, más cerca que ayer. Ese sería un buen titular. Creo que pronto tendremos noticias", decía Mir sobre su futuro.
La decisión de Suzuki de no seguir compitiendo en MotoGP en 2023 también dejará sin trabajo a muchos miembros del equipo, entre ellos a una parte de los mecánicos e ingenieros que trabajan en el lado del box de Mir. Al balear le gustaría que Honda contara con algunos de ellos de cara al próximo año, aunque entiende que la decisión depende únicamente de HRC y en ningún momento presionará a Alberto Puig para que traiga a nadie.
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"No quiero destruir el equipo", aclara Mir. "No es algo que quiera. Será importante que, esté donde esté, saber qué quieren hacer primero con la gente que hay ahí para entender si puede venir gente de Suzuki que se ha quedado sin trabajo. No quiero llevarme a mi equipo a otro sitio porque allí ya habrá gente. Estamos intentando aclarar todo esto, pero no es fácil", sentencia el campeón de MotoGP en 2020.
