 Redacción @todocircuitoweb |
El puzzle de MotoGP 2023 se está completando lentamente. Assen marcará la última carrera previa al parón estival, y no son pocos los equipos y pilotos que quieren dejar sellado su futuro antes de irse a la playa, entre ellos un Alex Rins que cambiará el motor cuatro en línea de su GSX-RR por un V4, ya sea de Ducati o de Honda, esta última la opción más probable.
Tras acabar hoy en la cuarta posición de la combinada del viernes del Gran Premio de Los Países Bajos, el catalán afirmaba en rueda de prensa "estar más tranquilo que ayer" sobre su futuro, si bien todavía quedan rematar varios flecos antes de plasmar su firma en una de los dos contratos que ahora mismo está gestionando su representante.
"Al final hay alguna cosita y nada está cerrado, pero sí que es cierto que estamos hablando con LCR y hemos hablado con Gresini", manifestaba este viernes el todavía piloto de Suzuki, que confía en poder anunciar algo "al acabar la carrera o la semana que viene".
Entre las dos posibilidades que tiene Rins sobre la mesa, la que más peso está cogiendo pasa por quedarse con la moto que lleva en este momento Álex Márquez en el LCR Honda, lo que llevará al #42 a compartir fábrica, una vez más, con su actual compañero de filas, Joan Mir, que salvo sorpresa será piloto del Repsol Honda Team en 2023: "Sí, sería curioso. Por lo que se dice, en diferentes estructuras", decía Rins al respecto.
De cerrar su acuerdo con HRC, Rins asegura que "las condiciones a nivel de material serán iguales" respecto a la moto que llevara Mir en el Repsol Honda: "El material será el mismo, nosotros hemos hablado con LCR porque no nos han dado la opción de hablar con Repsol Honda, pero vestir los colores de Repsol Honda no me hubiese desagradado".
Para Rins, haber competido en el equipo oficial de HRC habría sido una bonita forma de cerrar el círculo que comenzó hace ahora casi una década: "Estuve con ellos en 2013 y 2014 y me hubiese hecho ilusión al menos tener la posibilidad, pero al final las dos opciones que tenemos son buenas. Todas han sido buenas. De las opciones que tenemos, todas se han adaptado muy bien a lo que yo quiero, una más que la otra, pero vamos a ver cómo va".
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Ya sea en Gresini -donde le ofrecen una Ducati 2022, una idea que no termina de agradar a Rins- o en el LCR Team, el barcelonés considera que pasar de un equipo oficial a un satélite "será un gran desafío", y más con un motor V4: "Desde que estoy en MotoGP he estado en Suzuki y va a ser un gran cambio llegar al motor V4, pero al final estamos preparados y no nos da miedo", finalizaba Rins.
