 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Martín es de uno de los 14 pilotos de la parrilla actual de MotoGP que sigue sin tener claro cuál será su futuro; antes de arrancar el curso 2022, y atendiendo al formidable año de debut que cuajó en 2021 con una victoria, tres podios y cuatro poles al manillar de la Ducati GP21 del PRAMAC Racing, todo apuntaba a que Martín sería el sustituto de Jack Miller en el equipo oficial de Borgo Panigale si el australiano finalmente no renovaba su contrato con la factoría italiana, como así ha sido.
Sin embargo, con la décima carrera a las puertas y a punto de sobrepasar el ecuador del calendario, los resultados cosechados por el dorsal #89 en estas nueve primeras citas están lejos del nivel que exhibió Martín el año pasado. Los cuatro abandonos que Jorge acumula esta temporada pesan mucho, y así lo demuestra su 12ª posición en el campeonato con 51 puntos frente a los 94 que acumula Enea Bastianini en su casillero, el único hombre que ahora mismo hace peligrar la presencia de Martín en el Ducati Lenovo Team a partir del próximo 1 de enero.
Tras la cita celebrada en Barcelona hace una semana, el piloto español se sentó con MotoGP.com para analizar su trayectoria a lo largo de estos últimos meses y hablar también sobre su futuro, donde Jorge insiste en que tendrá una moto de fábrica, ya sea dentro o fuera de Ducati.
El 2022 no va como esperaba después de un año de debut formidable: "Está claro que el año pasado fue bestial, hice un trabajo increíble durante todo el año. Fui muy competitivo. Antes de arrancar el 2022 el objetivo era estar en el top 5 a finales de año. Pero cuando te caes tanto y no logras los resultados que esperabas, la confianza va bajando carrera a carrera. Ahora trato de centrarme en ese aspecto, en intentar recuperar mi confianza".
En Jerez intentaron acercar su moto a la de Pecco Bagnaia, pero no funcionó: "A partir de Jerez empecé a usar setup diferente para intentar estar más cerca de la moto de Pecco, pero está claro que ese no es el camino. Entonces volvimos a mi moto normal, con la que hice dos poles, el récord de Austin. Hace un mes estaba luchando por podios, seguro que podré hacerlo muy pronto de nuevo".
El estado de su mano derecha tampoco ha sido de ayuda: "Es una lesión que viene de Portimao, del año pasado. Perdí mucha fuerza, poco a poco la fui recuperando, pero lo compensaba tirando de otros músculos, y ese no es el modo de hacerlo. El problema está en un nervio, después de cuatro o cinco vueltas la mano se me queda dormida, y así es imposible pilotar. Ahora sólo pienso en recuperarme tras la operación, estoy seguro de que si estoy físicamente al 100% podrá luchar por podios en cada carrera. Lo hice en las primeras carreras, no creo que se me haya olvidado cómo pilotar en el último mes".
Confía en que Ducati espera hasta finales de agosto para tener tiempo de sumar más podios: "Después del parón veraniego vendrán pistas muy buenas para mí como Austria, Silverstone o Aragón, allí podré ser muy competitivo y espero demostrar que puedas estar en la moto de fábrica el año que viene. El futuro parecía casi claro, pero ahora parece que tenemos que entender dónde estaré el año que viene. A veces pensando en el futuro es difícil gestionar la presión y estar centrado al 100%, pero he aprendido que no puedes ponerte nervioso por cosas que no puedes controlar".
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No pone en duda los resultados conseguidos por Enea Bastianini, pero cree que hay que mirar un poco más allá a la hora de decidir para quién será la moto de Jack Miller: "Si miras los resultados, está claro que Enea (Bastianini) se merece ese asiento y yo no, pero creo que si miras más adentro, la historia es muy distinta. Tiene una moto muy buena, es la moto con la que yo hice muchas cosas el año pasado, pero no pienso en esto. PRAMAC es el mejor equipo en el que he estado nunca, estoy muy feliz por la familia que estamos haciendo. Pero en el caso de que no esté en una moto de fábrica en Ducati, buscaré una moto de fábrica".
