 Redacción @todocircuitoweb |
Ducati tiene este año más motos que nunca en MotoGP, hasta ocho prototipos, pero después de nueve carreras es una Yamaha M1 y no una Desmosedici la responsable de liderar la tabla general de pilotos. Tener tantas motos en parrilla le está sirviendo a Ducati para encabezar de forma solvente la clasificación de fábricas, donde los de Borgo Panigale son líderes destacados con 201 puntos frente a los 147 de Yamaha, que cuenta con la mitad de motos en el campeonato.
La marca boloñesa está realizando su mayor esfuerzo económico y tecnológico desde que desembarcaron en MotoGP hace ahora casi dos décadas, y en la mente de Claudio Domenicali, el CEO de Ducati, sólo hay un objetivo este año: revalidar el título de MotoGP que Casey Stoner cosechó en el año 2007, el primer y único entorchado que la marca italiana ha conseguido en la categoría reina hasta el día de hoy.
Para Domenicali, un vistazo rápido a la clasificación de pilotos -donde Enea Bastianini (3º) marcha por delante de pareja oficial del Ducati Lenovo Team- demuestra que, de momento "la clasificación no compensa los esfuerzos que hemos hecho". El CEO de Ducati compareció ante la prensa este pasado jueves con motivo de la presentación de la World Ducati Week 2022 en el parque temático de Mirabilandia, en Ravenna, donde no titubeó al reconocer que su fábrica "cometió algunos errores al principio de la temporada desde un punto de vista técnico, la moto no estaba lista, y Bastianini se benefició de eso porque se encontró con una moto que estaba preparada desde el principio", recoge el portal GPone.com.
Domenicali cree que la suerte no ha estado del lado de sus equipos ni de sus pilotos en esta primera mitad de temporada, una mala racha a la que se suma la impecable regularidad que están exhibiendo tanto Fabio Quartararo como Aleix Espargaró, los dos únicos pilotos de la parrilla de MotoGP que han sido capaces de puntuar en todas las carreras celebradas este año.
"Los pilotos también han cometido errores", recuerda el mandamás de Ducati ."Enea se ha caído dos veces seguidas y es difícil aspirar al título cuando hay pilotos como Fabio o Aleix que hasta ahora no han fallado. También hemos tenido nuestra dosis de mala suerte, porque en la última carrera (Catalunya) nadie puede culpar a Pecco, que sumó cero puntos en un momento importante para él. Pecco llegaba muy fuerte, seguro que le habría plantado cara a Quartararo".
Ducati confirmó ayer que Jack Miller no seguirá con ellos en 2023. El australiano ya ha anunciado su fichaje por KTM, y ahora es la marca italiana la que debe decidir quién se unirá a Pecco Bagnaia el próximo curso en las fila del Ducati Lenovo Team, o bien Enea Bastianini o el español Jorge Martín.
Domenicali todavía no se ha marcado una fecha límite para dar a conocer la decisión de la marca, y no cree que el hecho de anunciar antes o después la configuración de su equipo de fábrica vaya a suponer más o menos presión para Jorge o Enea: "Si les haces el contrato pronto, entonces cometen errores porque tienen presión, y si lo haces más tarde, entonces sucede lo mismo... son pilotos profesionales y los dos son buenos".
Lo que sí tiene claro el directivo italiano es que "queremos tener a Enea y a Jorge con nosotros en el futuro, forman parte de nuestros planes. Creo que ahora no es el momento de hacer una valoración, todavía no han tenido la oportunidad de expresarse por completo. A Jorge le han operado esta semana y su moto no estaba lista al principio de la temporada, hay que darle tiempo".
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Y según palabras del propio Domenicali, da igual el color de la moto que lleven Martín y Bastianini en 2023 porque "ambos van a tener las mismas posibilidades el próximo año porque tendrán motos idénticas", e insiste en que el hecho de que uno sea italiano y el otro español no tendrá nada que ver a la hora de tomar una decisión: "La nacionalidad no tendrá peso, será una evaluación exclusivamente deportiva", concluye el CEO de Ducati.
