 Por John Fernández | Foto: Motogp.com@fernanduzo |
Este último año de Andrea Dovizioso en el Mundial de Motociclismo podría definirse con una sola palabra: supervivencia. El italiano está intentando hacer todo lo posible por adaptar su estilo al de la Yamaha M1, pero de nada le está sirviendo. Desde luego, toda pinta a que será la última temporada del piloto italiano en la competición, más después del intercambio de palabras con el jefe de su equipo, Razlan Razali.
Sin embargo, ahí sigue. Esta temporada está sentenciado a acabarla, aunque sea por los suelos. Lejos quedan esos buenos años de bonanza en Ducati, con una moto ganadora, que crecía temporada tras temporada. Sin embargo, su realidad en Yamaha está siendo algo así como un calvario. En la Q1 de hoy solo ha conseguido clasificarse 9º, en la parte más baja de la tabla junto con pilotos como Bradl, Pirro o Binder.
En declaraciones post sesión clasificatoria recogidas por GPOne, el italiano vaticina cómo será la carrera de mañana en Montmeló: "Es un GP extraño. Extraño como lo fue en 2017 cuando gané. Será una carrera lenta y será muy importante no cometer errores y mantenerse al frente marcará más la diferencia que en otros trazados. Será un calvario para muchos pilotos detrás del gran grupo, no se pueden hacer hazañas y tendremos que dar lo mejor de nosotros en la primera vuelta, y luego bajar la cabeza para no cometer errores".
Su retirada, más cerca que nunca después de no tener hueco en la fábrica japonesa: "Hablé con Yamaha y no tienen un programa estructurado para mí. Por otro lado, son los primeros y ganaron el año pasado. Lo que sería ideal para mí requeriría tiempo y dinero, cosas que no se pueden cambiar durante el fin de semana".
Metas inalcanzables: "Ser optimista significa decírselo a uno mismo. Las metas que tenía no son alcanzables, podemos mejorar. Soy consciente de lo que está pasando, y sé el porqué de las dificultades. Es duro, pero son experiencias y hay que tomarlas como tal. Nos gustaría estar siempre arriba pero no siempre podemos, esperaba una moto diferente".
¿Qué camino está tomando el Mundial de MotoGP?: "En los últimos años MotoGP ha ido en otra dirección. Necesitamos ingenieros del calibre de la Fórmula 1, mucho más que en el pasado. Por eso también digo que MotoGP ha cambiado. Hay muchos aspectos que ayudan a los pilotos. Los ingenieros se hicieron cargo de los proyectos y funciona, así es MotoGP".
Su opinión sobre Espargaró: "Aleix podría ser el campeón del mundo como le estamos viendo, sí. No comete errores y siempre va por delante. Cada año es diferente al otro. Era competitivo cuando estaba Marc. En los últimos años la situación ha cambiado un poco para todos en MotoGP. Aleix entra fuerte y sale rápido de la curva. Es raro, pero funciona".
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Una moto extraña, pero ganadora: "Empezaron desde abajo y se volvieron competitivos. No es diferente a mi historia con Ducati. Tiene una moto muy extraña, pero totalmente bajo control. Solo la pilota con la parte trasera. Siempre trabaja en las curvas y la moto, y trabaja bien así y hace lo que quiere con nosotros".
