![]() @todocircuitoweb |
A simple vista, es evidente que Max Verstappen y Marc Márquez comparten ciertas similitudes. Los dos llevan años gozando del patrocinio personal de Red Bull, son dos de los mejores pilotos en sus respectivas disciplinas y ambos saben lo que es pasar por una mala racha de resultados cuando tu fábrica no pone en pista una máquina competitiva que se adapte a tus necesidades.
Verstappen es piloto del Red Bull Racing desde mediados de 2016, cuando abandonó Toro Rossi para unirse a la escudería dirigida por Christian Horner; desde 2017 hasta 2020, el proyecto de Red Bull fue creciendo de forma paulatina: Max acabó 6º y 4º en sus dos primeros años, conquistando después dos terceras posiciones finales (2019 y 2020) antes de lograr su primera corona de F1 en 2021 tras una titánica pelea con Lewis Hamilton hasta la carrera final de Abu Dabi.
La trayectoria deportiva de Marc difiere de la vivida por Max Verstappen; el de Cervera irrumpió en MotoGP en 2013 como elefante en una cacharrería, ganando el título en su año de rookie. De ahí en adelante, Marc ganó todos los entorchados de la clase reina hasta 2019, a excepción de la temporada 2015, cuando Jorge Lorenzo conquistó para Yamaha el que sería su último título mundial de MotoGP.
El 2020 fue un año en blanco para Márquez fruto de su lesión en el húmero derecho, y después de un 2021 en el que ganó tres carreras a medida que fue recuperando su estado de forma, el catalán no ha arrancado el 2022 con los resultados esperados a causa de una RC213V que ha perdido ese ADN de moto nerviosa detrás y con mucho aplomo delante que le dio al #93 seis títulos mundiales de MotoGP.
En el paddock del Mundial de Fórmula 1, hay gente que ve similitudes entre la situación de Max y la de Marc, especialmente en lo que respecta al modo en el que su particular estilo de pilotaje afecta a sus compañeros de box. Alex Albon disputó temporada y media junto a Verstappen, 26 carreras en las que el ahora piloto de Williams Racing se dio cuenta de lo difícil que puede resultar progresar dentro de una escudería en la que el piloto puntero marca el desarrollo de la máquina.
Así lo ha explicado el piloto tailandés en su último paso por el podcast F1 Beyond the Grid, donde pone de ejemplo lo que ocurre en Honda con Marc Márquez: "Quizás sea una comparación extraña. Vamos a fijarnos en MotoGP, en Marc Márquez. Tiene un estilo de pilotaje especial. Funciona para él, y además es rápido con ese estilo. Pero para los demás no siempre es fácil adaptarse a ese estilo de pilotaje".
Albon entiende que una escudería como Red Bull o un equipo de MotoGP como el Repsol Honda Team prefieran no tocar sus configuraciones mecánicas cuando el líder del equipo está cómodo con ellas: "Mientras el piloto rinda, el equipo no tiene motivos para buscar otra cosa. Si miras la telemetría, no es que vayas diciendo '¡Wow, esto y lo otro!". Por supuesto que Max va al límite. Y le gusta un coche que vaya con la parte delantera pegada al suelo. Eso ya lo sabéis. Quiere divertirse, y eso no es fácil para un compañero de equipo".
Tal y como ya sucedió en el pasado con Jorge Lorenzo o recientemente con Pol Espargaró, en un box como el de Honda no es fácil convivir con un Marc Márquez al que siempre la han gustado motos que ofrezcan un extraordinario aplomo en el tren delantero aunque eso suponga una zaga trasera más nerviosa, precisamente una de las cualidades que menos gustan a su actual compañero de box, el menor de los Espargaró, que basa todo su pilotaje en la tracción de la goma trasera en la entrada en curva.
Leer también: KTM prueba en Jerez un llamativo escape y busca soluciones al chattering
"Max tiene un enorme talento y quiere tener el coche de un modo muy concreto. Y eso se lo pone difícil a los demás", afirma Albon, una reflexión que se podría extender al Repsol Honda Team si comprobamos la evolución que ha sufrido la RC213V desde que llegó Marc a su box, un prototipo que ahora sí, en 2022, ha pegado un cambio sustancial para conseguir una moto más humana con el resto de pilotos HRC.