 Redacción @todocircuitoweb |
Luca Marini se está viendo eclipsado por los excelentes resultados que están cosechando Jorge Martín y Eneba Bastianini, dos pilotos jóvenes que, al igual que el hermano de Valentino Rossi, también compiten en MotoGP sobre sendas Desmosedici satélites.
Mientras que 'La Bestia' lidera la clasificación general del campeonato al manillar de una GP21 del año pasado, tanto Martín como Marini están empleando la versión más moderna y actualizada de la Desmosedici, la GP22; de hecho, el español y el italiano son los únicos que están empleando la Ducati 2022 después de que Pecco Bagnaia y Jack Miller optaran por dar un paso atrás en el arranque de la temporada, volviendo a una Desmosedici híbrida a medio camino entre la versión 2021 y la 2022, una situación que no ayuda a Luca Marini.
El piloto de Urbino está teniendo serios problemas este año ya no para acabar entre los 10 mejores; Marini, que está afrontando su segundo curso en MotoGP, acusa una falta de competitividad que le está condicionando incluso para lograr acabar en la zona de puntos, y aunque tanto Luca como su equipo, el Mooney VR46 Racing Team, trabajan duro para dar con el origen de sus problemas, de momento no parece que la estructura propiedad de Valentino Rossi sea capaz de facilitarle la vida a su piloto.
Según explicó Marini en Austin -donde acabó en una poco esperanzadora 17ª posición-, este año está sufriendo una notable falta de velocidad y de aceleración respecto a las demás Desmosedici de la parrilla, una carencia de la cual desconoce su origen: "Siempre me ha faltado aceleración y velocidad en línea recta en comparación con otras Ducatis. Necesitamos analizar y entender exactamente por qué. Ese fue el principal problema en Austin, y el resto fue solo una consecuencia".
Luca cree que su moto, una Desmosedici GP22, funciona ahora mejor que en pretemporada, pero este pasito adelante no es suficiente para ser competitivo con esta moto: "En mi opinión, la moto ha mejorado en comparación con la primera carrera, pero las otras Ducati han mejorado aún más. Está claro que en Losail faltaba algo a nivel de equipo. En Qatar, creo que tuvimos algo mal. No tuve problemas en Austin. La parte electrónica de la moto es buena".
El joven piloto italiano dice estar satisfecho con las prestaciones de su moto cuando rueda solo y sin presencia de otros rivales en pista, pero todo empeora cuando llega el día de la carrera, sobre todo con gas a fondo: "La potencia y la aceleración me parecen correctas cuando voy solo. Comparando los datos, sin embargo, se puede ver que estoy perdiendo tiempo en línea recta. Pero no sabemos por qué. Probamos varios ajustes electrónicos. Pero no hemos encontrado una solución".
Más allá de un posible problema en su Desmosedici, Marini no elude el hecho de ser el piloto más alto y corpulento no sólo del elenco ducatista, también de toda la parrilla de MotoGP. Sus 1,84 metros de altura y sus casi 70 kilos de peso son un lastre frente a pilotos de menores dimensiones como Jorge Martín (1'68 m y 62 kilos) o Enea Bastianini, al que Jack Miller calificó de 'retaco' en Texas en referencia a sus 168 cms. de altura y 64 kilos de peso.
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Marini, un piloto que siempre ha tenido problemas con su altura en Moto3 y Moto2, cree que su peso y dimensiones tampoco le están ayudando en su segundo año en MotoGP: "Pierdo de primera a quinta marcha. En sexta voy mejor. Soy muy alto, pero tengo mucho cuidado con mi posición sobre el manillar. No creo que dependa de la altura, tal vez sea un problema de peso, tal vez tengo cuatro o cinco kilos de sobrepeso", concluye el de Urbino.
