 Redacción @todocircuitoweb |
Jorge Lorenzo está a sólo unos días de debutar en su nueva etapa profesional como piloto de automovilismo. El pentacampeón mundial de motociclismo competirá por primera vez al volante de un Porsche 993 GT3 en la edición 2022 de la Porsche Supercup que arrancará este fin de semana en el Circuito de Imola, escenario que también acogerá a partir del viernes el Gran Premio de Italia de Fórmula 1.
Aunque los planes de Jorge para este año pasan por disputar las Porsche Carrera Cup Italia, el piloto balear ha aceptado también la invitación para correr en Imola como wildcard en una parrilla en la que se enfrentará a los mejores pilotos de Porsche de todo el mundo, un reto que Lorenzo asume con el firme propósito de pasarlo bien y volver a disfrutar de la adrenalina que le ha faltado durante estos dos años que ha estado fuera de MotoGP.
En Monza, coincidiendo con su último test al volante de su Porsche GT3, Jorge Lorenzo charló con Motorsport Italia y calificó esta nueva aventura sobre cuatro ruedas como "un desafío importante", sobre todo porque "después de 30 años sobre dos ruedas, cambiar a los coches no es fácil, aunque es cierto que habría sido imposible hacerlo al revés. Hay posibilidades de que sea bastante competitivo, ese es el objetivo, y también divertirme, me lo tengo que pasar bien, porque lo más importante de mi carrera profesional ya lo he conseguido".
Lorenzo asegura que, tras dejar MotoGP, "echaba en falta la adrenalina, la competitividad, mejorar los tiempos, correr contra ti mismo", y aunque nada es comparable a las sensaciones que transmite una motocicleta, Jorge se quita este gusanillo pilotando su Porsche de casi 500 cv: "Esto lo consigo más o menos con el coche, aunque con mucho menos riesgo, menos presión y menos cansancio, aunque en el coche también hace mucho calor dentro, hasta 60 °C, es muy duro. Pero vas sentado, sólo tienes que mover un poco los pies y las manos, no tienes que estar moviéndote todo el rato como en la moto", argumenta el español, que no se cierra a correr en el futuro algunas citas emblemáticas como las 24 Horas de Le Mans: "¿Quién sabe? Lo importante ahora es divertirme, en el caso contrario no estaría aquí. No tengo necesidad ni ambición de hacerlo por un tema económico, lo hago por placer. Si soy competitivo y poco a poco voy a más, mejor. Pero si no, no pasará nada".
Dejando a un lado este nuevo reto profesional, Lorenzo también habló para Motorsport.com Italia sobre la actualidad de MotoGP, arrancando su discurso por la situación actual que atraviesa un piloto con el que compartió box en el año 2019, Marc Márquez, que hace sólo unos días salía de su último episodio de diplopía para competir en Austin.
"Todos conocemos a Marc y su mentalidad, es impresionante", exclama Lorenzo al referirse al #93. "Aunque se haya caído tantas veces, sigue arriesgando siempre, rodando el límite. Lo vimos el otro día en Austin, que perdió 3 ó 4 segundos al principio y siguió empujando sin parar. Es un piloto especial, único. Es evidente que tantas lesiones no le vienen nada bien a su físico y también a la mente, estas pequeñas lesiones te van entrando poco a poco en la cabeza, y también está la edad, no es lo mismo caerse así con 20 años que casi a los 30. Técnicamente es un fenómeno, tiene ambición y físico, pero el tiempo pasa por todos. Bajo mi punto de vista todavía le quedan cinco años buenos".
Del box de Honda a otro garaje que el piloto de 34 años conoce muy bien: Yamaha. Jorge cree que Fabio Quartararo lo tiene "difícil" a la hora de decidir qué hacer en 2023, sobre todo ahora que, según palabras de Lorenzo, "Yamaha ha perdido un poco el rumbo, han evolucionado menos que las otras marcas. Seguramente están en uno sus peores momentos de los últimos 17 años, antes de la llegada de Valentino (Rossi). Aunque Fabio está pilotando de un modo increíble y alcanzando el máximo rendimiento de la moto, no puede hacer más, no le basta para subir al podio. Es una situación difícil para él, pero no veo opciones mucho mejores que esa".
Lorenzo hace ilusión a los rumores que circulan por el paddock sobre un posible acercamiento de HRC a Quartararo, un cambio que el #99 no terminaría de ver con buenos ojos: "Se está comentando que puede ir a Honda, pero es una moto muy difícil, y él está acostumbrado a un pilotaje muy limpio, con mucha velocidad en curva, y con la Honda sería todo lo contrario. Y en Ducati no parece que haya sitio. En mi opinión tienen la mejor moto ahora mismo, no es una situación ideal para Fabio, pero a nivel de pilotaje está muy cerca de Márquez".
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Por último, al hilo de su comentario sobre la Ducati, Jorge Lorenzo deja entrever que el piloto del PRAMAC Racing, Jorge Martín, ya tendría su futuro cerrado con lo de Borgo Panigale para ser el compañero de Pecco Bagnaia en 2023. O al menos eso es lo que desea Lorenzo, sobre todo viendo el nivel que está exhibiendo Enea Bastianini, otro piloto joven de la órbita ducatista que está brillando con una Desmosedici satélite y que también quiere un asiento oficial: "Es difícil... en mi opinión Martín ya está dentro del equipo oficial, creo que ya ha firmado. Quizás me equivoque, pero es lo que pienso. De no ser así, Ducati lo tendrá difícil, porque Bastianini está pilotando muy bien, sin errores, es líder del mundial... espero que Martín haya firmado ya, porque de lo contrario será difícil", sentencia el cinco veces campeón del mundo de motociclismo.
