 Redacción @todocircuitoweb |
Ningún integrante de Yamaha está satisfecho con el modo en el que la fábrica japonesa ha arrancado la temporada 2022 del Mundial de MotoGP, un curso en el que Fabio Quartararo está obligado a defender la corona que consiguió en 2021 sobre un prototipo, la YZR-M1 2022, que se mostró claramente más lento en línea recta que el resto de máquinas de la parrilla durante la cita inaugural de Qatar.
Mientras que las motos más rápidas superaron sin demasiados problemas los 354 km/h durante la carrera de MotoGP celebrada bajo los focos de Losail, ninguna Yamaha fue capaz de acercarse a esa cifra, y menos aún a los 357,6 km/h que Joan Mir estableció al manillar de su Suzuki, logrando así la mayor velocidad máxima del domingo.
La de Franco Morbidelli fue la M1 más rápida en línea recta con 349,5 km/h frente a los 348,3 km/h que calcaron Andrea Dovizioso y Fabio Quartararo, mientras que Darryn Binder se quedó en 346,1 km/h y ocupó la última posición en la tabla de velocidades máximas del GP de Qatar.
La falta de competitividad de la M1 2022 en términos de motor es un asunto que preocupa a Lin Jarvis, que no duda en calificar de "muy decepcionante" lo que vivió su fábrica en Qatar, donde sólo pudieron pescar un noveno puesto como mejor resultado en una pista en la que, en 2021, ganaron las dos carreras del doblete qatarí. "Todo el fin de semana fue una decepción, pero fue particularmente malo en la carrera", afirma el director de Yamaha Racing MotoGP en una charla con Speedweek.com. "Esperábamos tener mejores oportunidades en la carrera si podíamos mantener el ritmo del grupo de cabeza al principio. Pero eso no funcionó".
El directivo británico recuerda que sus dos pilotos oficiales tuvieron que enfrentarse a "dos problemas" en Qatar, uno inesperado -la repentina subida de la presión del neumático delantero-, y otro que ya se veían venir: "Nuestro primer problema fue una falta general de velocidad. Nuestros ingenieros japoneses no lograron lograr el aumento necesario en el rendimiento del motor. Después de la temporada 2021, sabíamos que necesitábamos esta potencia adicional. Y, por supuesto, nuestros rivales han mejorado", insiste Jarvis, visiblemente descontento con el trabajo que se ha realizado en Iwata este último invierno.
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El mandamás de Yamaha Racing en el Mundial de Motociclismo no esconde que en Yamaha "nos hemos detenido en lo que respecta al rendimiento del motor, sabíamos que tendríamos más problemas que el año pasado", y ve muy difícil que la situación mejore con el paso de las carreras al tener congelado el desarrollo del propulsor: "A medida que avance la temporada, nos enfrentaremos a un trabajo tedioso. Podemos hacer ciertas mejoras en el motor, pero hemos homologado una determinada especificación y el desarrollo está congelado hasta el final de la temporada. No espero mucho en esta área. Tenemos algunas ideas, pero no quiero entrar en detalles sobre ellas. Hay algunas áreas que nos preocupan. Somos optimistas de que podemos hacer mejoras paso a paso para reducir nuestra desventaja a medida que avanza la temporada".
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Por último, a la hora de abordar si el problema de Yamaha se encuentra en la configuración de su motor -cuatro cilindros en línea frente al V4 de Honda, Ducati, KTM y Aprilia-, Jarvis pone de ejemplo el trabajo que ha realizado Suzuki durante la pretemporada para sacar adelante un tetracilíndrico en línea capaz de igualar e incluso superar a las potentes V4 en recta: "Siempre hemos tenido confianza cuando se trata del cuatro en línea. Por eso nunca nos decidimos por un concepto V4. Estamos convencidos de que podemos obtener la potencia necesaria del motor de la M1. Suzuki demostró en Qatar que los cuatro en línea todavía tienen suficiente potencial. Sin embargo, me sorprendió un poco, para ser sincero, que no lo hicieran mejor en la carrera. Esperaba al menos un Suzuki en el podio", concluye Lin Jarvis.
